Este miércoles estaba prevista una reunión de las cuatro compañías eléctricas propietarias de las centrales nucleares (Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP) con Enresa, tal y como han adelantado Cinco Días y La Información, en la que se iba a firmar un acuerdo con un calendario de cierre pactado entre todos. Pero finalmente esa reunión no se llevará a cabo en el día de hoy sino que se retrasará al menos a la próxima semana.
La empresa estatal Enresa ha propuesto un calendario sobre el cierre nuclear. Según la compañía que se encarga del desmantelamiento de las centrales y la gestión de los residuos, el primer cierre de un reactor nuclear no se llevaría a cabo antes de 2027. Ese año cerraría Almaraz I, para después ir cerrando Almaraz II en 2028, Ascó I en 2029, Cofrentes en 2030, Ascó II en 2033, Vandellós II en 2034 y Trillo en 2035.
Este calendario daría una vida media a las centrales nucleares de 46 años aproximadamente, tal y como contempla el Gobierno en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima. Y según fuentes cercanas al sector se trata de un protocolo de actuación orientativo, tal y como se lo pidió el Gobierno a la empresa pública Enresa.
Las fechas propuestas por Enresa no son definitivas sino que son de mínimos, es decir, que hasta ese año al menos no se puede apagar la central. De esta manera, el apagón nuclear no se llevará a cabo al menos hasta 2027, dentro de 8 años. La horquilla 2025-2035 acordada por el Gobierno con las compañías eléctricas se cumple, pero se iniciará como pronto dos años después, a partir de 2027.
Endesa, accionista mayoritario de las centrales nucleares catalanas de Ascó y Vandellós, es la causa del retraso de la firma del protocolo. La eléctrica controlada por la italiana Enel ha hecho retrasar el gran acuerdo por el apagón nuclear porque primero tiene que aprobar el protocolo propuesto por Enresa en su consejo de administración. Este consejo se celebrará el próximo lunes y no sería antes del 12 de marzo la firma del pacto entre Enresa y las eléctricas.
Esto ha puesto nervioso a más de una compañía que no entiende como Endesa no ha aprobado aun este protocolo cuando el resto de eléctricas sí lo han hecho. Endesa acordará este lunes en su consejo este protocolo orientativo. Y al resto, no le queda otra que esperar a la eléctrica que dirige José Bogas.
La tasa Enresa aumentará
Según el plan de Enresa, la tasa con la que se financia el desmantelamiento de las centrales nucleares tiene un nuevo precio para las eléctricas de cara al apagón nuclear. Hasta ahora las compañías pagaban una tasa de 6,69 euros/MWh por la energía generada. Pero esta cantidad no ha sido suficiente.
El fondo Enresa se sitúa en los 5.300 millones de euros a cierre de 2017 y necesita alcanzar los 14.500 millones para llevar a cabo el desmantelamiento de las centrales y la gestión de los residuos, incluida la construcción de un Almacén Temporal de Residuos (ATC). Es por ello, que para alcanzar el mínimo medio de 46 años de vida útil es necesario aumentar la tasa nuclear en un 20% aproximadamente, aunque algunas fuentes del mercado señalan que sería necesario más.
Ese precio sería de 7,9 euros/MWh, algo con lo que estarían de acuerdo la mayoría de las eléctricas. Pero no todas. Por ejemplo, a Endesa, no alcanzar los 50 años de vida útil podría costarle entre 50 y 60 millones de euros al año en amortizaciones, según cuenta el diario El Independiente citando fuentes de la propia compañía. Todo depende de la seguridad de suministro y si se han instalado las suficientes renovables para cubrir el hueco que dejan tanto las térmicas (cierre para 2030 según el PNIEC) como de las nucleares.
Pero este calendario orientativo de Enresa se puede ir al traste por la convocatoria de elecciones para el 28 de abril. Esto abre la puerta a que haya un cambio de Gobierno que apueste más por la nuclear que el actual ejecutivo de Pedro Sánchez, y por tanto sería absurdo poner fechas si luego el Gobierno de turno no quiere llevarlo a cabo.
Además, el PNIEC es por ahora un borrador y ese nuevo Gobierno podría cambiar totalmente los planes actuales del Gobierno de dejar en solo 3 GW la potencia nuclear