Las grandes compañías energéticas han admitido que, a pesar de la situación de calma aparente que atraviesan los mercados de la energía y, por ende, de la mayor estabilidad de los precios, todavía existen incertidumbres sobre cómo evolucionará la situación en los próximos meses.
Así lo han explicado durante la primera jornada del foro "Wake up, Spain!", organizado por El Español e Invertia, en la que han reconocido que entre las grandes incógnitas está saber cómo avanza el conflicto en Ucrania y cómo se recupera la actividad económica en China.
"Las incertidumbres son grandes y la volatilidad va a permanecer algunos años en el mercado", ha vaticinado el CEO de Cepsa, Maarten Wetselaar, que cree que, aunque ahora los precios de la gasolina parecen "más tranquilos", no es más que "una tranquilidad falsa".
Para Wetselaar, la volatilidad "va a volver" a un entorno marcado por la invasión rusa de Ucrania, cuyo desenlace todavía se desconoce, y por la recuperación de China tras su apertura, que podría suponer un incremento "importante" de la demanda de petróleo.
China como protagonista para las energéticas
A la situación del gigante asiático también ha apuntado el CEO de Endesa, José Bogas, que considera que hay que estar "alerta" por lo que pueda ocurrir.
Por su parte, el CEO de Repsol, Josu Jon Imaz, ha recordado que, "afortunadamente", el precio tanto de la gasolina como del diésel "ha bajado bastante en los últimos meses", si bien ha señalado que los futuros niveles dependerán de "cómo vaya a tirar de la demanda china" y de la ralentización de la economía mundial, entre otros factores.
Aunque Imaz no espera "grandes sustos teniendo en cuenta cómo ha evolucionado y cómo va a evolucionar la economía mundial en los próximos meses".
Respecto al comportamiento del mercado del gas, el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, ha aseverado que la idea de que se van a mantener los precios actuales "es una especulación", y ha explicado que existen indicadores que muestran que "la demanda va a aumentar".
Reynés se ha referido al clima como un elemento a tener en cuenta, como se comprobó el año pasado con la sequía que afectó a la Península Ibérica y que obligó a recurrir a una tecnología de respaldo, los ciclos combinados de gas, lo que elevó el precio de la electricidad.
Por último, están los almacenamientos y es, que aunque el panorama es diferente gracias a un invierno más cálido que ha permitido un menor uso, la Unión Europea exige unos niveles de inventarios todavía mayores para este ejercicio, por lo que "habrá que rellenarlos en la segunda parte del año".
Carlos
27/03/2023