Según el último Informe mensual de inventario de generadores eléctricos de la Administración de Información de Energía de EEUU (EIA), el sector eléctrico instaló cerca de 23.000 megavatios (MW) de nueva capacidad de generación en 2019.
Esta nueva capacidad fue principalmente en gas natural (8.300MW), eólica terrestre (9.100 MW) y energía solar fotovoltaica (5.300 MW). La región sur representó casi la mitad de las adiciones de capacidad total en los Estados Unidos el año pasado.
En la región noreste, el acceso al abundante suministro de gas natural desde los yacimientos de esquisto Marcellus y Utica en Pensilvania y Ohio ha llevado a aumentos en la capacidad de generación eléctrica a gas natural. Del mismo modo, el acceso a recursos eólicos de alta calidad en la región del Medio Oeste ha llevado a aumentos en la capacidad eólica.
En ambos casos, estas adiciones han reemplazado la capacidad de carbón. Cerca de 14.000 MW de capacidad de carbón fueron cerrados en 2019, la tercera mayor cantidad de cierres de carbón en un año en el inventario de plantas de energía de EIA.
Aunque la generación total de electricidad en los Estados Unidos se ha mantenido relativamente estable desde mediados de la década de 2000, las instalaciones de las centrales eléctricas han seguido aumentando en la última década, en parte para reemplazar las centrales de carbón retiradas.
Los bajos precios del gas natural, la rápida disminución de los costos de construcción de los sistemas solares y eólicos, y un aumento en los requisitos estándar de la cartera de renovables en muchos estados han llevado a una mayor generación de recursos renovables y de gas natural en muchas regiones.
En 2010, el carbón fue la fuente predominante de generación eléctrica en Estados Unidos en su conjunto y en todas las regiones, excepto el noreste. En 2019, el carbón era la fuente de generación de electricidad más utilizada solo en el Medio Oeste.
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