El Ministerio para la Transición Ecológica y la Oficina Española de la Organización Internacional del Trabajo (Agencia especializada de la ONU), han acordado establecer un marco de colaboración como “socios estratégicos” para aplicar las directrices del organismo internacional en el proceso de la transición energética española con el objetivo de dar “preeminencia” a la transición justa, una cuestión que para la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, es trascendental para “no dejar a nadie atrás”.
Durante la inauguración del XIV Congreso Nacional de Medio Ambiente (CONAMA), el director de la oficina española de la OIT, Joaquín Nieto, ha anunciado este compromiso alcanzado con la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, después de varias comunicaciones en las que han coincidido en que la transición ecológica, además de ser un “imperativo es una oportunidad” para el desarrollo del empleo.
Nieto ha destacado que la OIT estima que las medidas de transición ecológica a nivel mundial crearán de aquí a 2030 en torno a 24 millones de empleos, cuatro veces más de los que se perderán. Respecto a España, ha advertido de que a falta de un estudio específico, es “de esperar resultados sin iguales o incluso más positivos”, algo que en el caso de España, donde el desempleo es “un problema estructural, esto es esencial”.
Así, considera que para “muchos” territorios españoles que sufren elevado desempleo estructural, esta es una oportunidad “única y tal vez irrepetible”, pero admite que, como toda transición tendrá impactos desiguales en unos y otros territorios.
Por ello, señala que para desarrollar “plenamente” todas las potencialidades de la transición energética y minimizar los efectos adversos es “necesario” que la transición sea justa. En el marco de CONAMA, se presentará este lunes un estudio realizado de forma conjunta por Fundación CONAMA y la OIT que analiza las oportunidades de aplicación de las directrices de la OIT en la transición justa en España.
Asimismo, ha insistido en que en el proceso se debe contar con el diálogo de todas las partes, organizaciones y sectores, para hacerla con “la máxima inclusión”, pero sin ralentizar el proceso para lograr un marco de acuerdo de sociedad, político, con un marco regulatorio estable y un enfoque fiscal que de señales al mercado y al consumo.
A continuación, la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha subrayado la trascendencia que tiene la transición ecológica en materia de equidad porque es necesario que el proceso se haga “no dejando a nadie atrás”. “Las sociedades solidarias deben contribuir a avanzar en el cambio”, ha manifestado.
En su intervención, ha advertido de que no basta con tener un gran conocimiento en el problema de lo necesario para frenar el cambio climático sino que “hay que actuar” y celebra que el Congreso Nacional de Medio Ambiente ha sabido recoger el espíritu de que todo debe hacerse dentro de los límites planetarios, en el marco de un sistema circular.
En el proceso hacia la transición ecológica, se ha referido a los distintos aspectos fundamentales de este proceso que deben hacerse, en su opinión dentro de la búsqueda de consensos, del diálogo y favorecer la capacidad de avanzar de “forma unida, complementaria” porque los términos del debate público han cambiado y ya no basta con saber lo que se debe hacer, sino que es necesario hacerlo “razonablemente deprisa” y “juntos”.
Ribera considera también que una economía moderna y equilibrada necesita que los sectores estratégicos, entre ellos los energéticos, entiendan que hay que hacer un proceso de transformación necesario y que deben buscarse sinergias.
“Desde el Gobierno estamos trabajando en la voluntad de trabajar queriendo ofrecer ese marco en el que quepamos todos e intentando identificar las mejores rutas compartidas por todos. Cima energía, transición justa y el cumplimiento de las obligaciones que tenemos por delante, son algunos de los vectores fundamentales”, ha concluido.