España, con un total de 62 puntos sobre 100 posibles, ocupa la séptima posición del ranking mundial de eficiencia energética que, bajo el título 2016 International Energy Efficiency Scorecard, acaba de publicar en su tercera edición el American Council for an Energy-Efficient Economy (ACEEE).
El estudio, que examina los niveles de eficiencia energética de las 23 principales economías del mundo, que representan el 75% de la energía consumida en el planeta, está encabezado por Alemania, con un total de 73,5 puntos, seguida de Italia y Japón, con 68,5 puntos cada una. A continuación figuran Francia (67,5), Reino Unido (65) y China (64 puntos).
La eficiencia energética, a menudo descrita como la “fruta madura” de la política climática global, ha sido adoptada por los gobiernos de todo el mundo como una forma fácil, barata e inmediata para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y, por lo general, tiene el aspecto positivo adicional de ahorrar dinero a la industria y a los consumidores.
El informe examina las políticas y programas de eficiencia energética, con la concesión de un máximo de 100 puntos repartidos a través de cuatro diferentes categorías, que incluyen los edificios, la industria, el transporte y el esfuerzo nacional.
España empató con Canadá en el quinto lugar en la categoría de eficiencia energética en los edificios, con 17,5 puntos sobre un total de 25 posibles (Ver las puntuaciones en los distintos apartados en el gráfico de abajo). Según los autores del informe, nuestro país tiene una normativa obligatoria tanto para los edificios residenciales como para los comerciales, que cubre una amplia gama de elementos técnicos. Además España cuenta, en opinión de los autores del informe, con requisitos de renovación para todos los edificios como parte de su código de construcción. España es también uno de los pocos países con un programa obligatorio para la construcción y divulgación del etiquetado energético de la construcción.
Nuestro país ocupa, además, la sexta posición en la categoría de esfuerzo nacional. La meta de ahorro energético obligatorio de España contemplada en la Directiva de Eficiencia Energética de la UE (2012/27 / UE) establece un ahorro de energía del 20% para el año 2020. El Instituto de Diversificación y Ahorro Energético (IDAE), organismo dependiente del Ministerio de Industria encargado de la promoción de la eficiencia energética, está dirigiendo la estrategia para lograr este objetivo nacional, para lo que ha establecido una meta de mejora de la intensidad energética final de un 2% cada año desde 2010 hasta 2020, que según el informe está obteniendo un éxito apreciable.
Áreas de mejora
A pesar de la valoración positiva, el informe considera que España tiene mucho que mejorar en el apartado de la eficiencia energética industrial. En opinión de los analistas del ACEEE, España genera muy poca electricidad bajo el esquema de cogeneración y no tiene ni objetivos ni incentivos reales de cogeneración.
El informe considera que la reforma del mercado eléctrico de 2012-13 afectó al sector de cogeneración de forma muy negativa. La generación de electricidad en las plantas de cogeneración de alta eficiencia estaba calificada para recibir ayudas antes de la la reforma, pero estas fueron abolidas en gran medida en 2013.
España también tiene margen de mejora en el sector del transporte. Globalmente obtuvo buenos resultados en comparación con otros países analizados en este ranking, pero el informe destaca que nuestro país podría mejorar la intensidad energética del transporte de mercancías y aplicar políticas para estimular un mayor uso del transporte público. Según se recoge en el informe, España puede tomar buena nota de las políticas de otros países europeos como Italia y Alemania, que han contribuido a reducir las VMT, aumentar el ahorro de combustible y fomentar el uso del transporte público.