El Consejo Mundial de la Energía ha publicado la 15ª edición de su Informe sobre el Trilema Energético Mundial, titulado "Evolucionando con resiliencia y justicia", que evalúa las tres dimensiones clave de la seguridad energética, la equidad y la sostenibilidad medioambiental en más de 100 países. España gana dos puestos en el índice y figura en la décimotercera posición de un ránking dominado por Europa y encabezado por los países escandinavos.
El último informe expone los profundos cambios en los sistemas energéticos mundiales desencadenados por la primera crisis energética mundial impulsada por la demanda en respuesta a la guerra de Ucrania y la necesidad de evolucionar el liderazgo energético para acelerar las transiciones energéticas en todas las regiones.
El Consejo ha identificado que las tres dimensiones están evolucionando para reflejar las nuevas ambiciones en la gestión de la energía para las personas y el planeta y la nueva amenaza de las policrisis.
La seguridad energética abarca ahora la fiabilidad de las energías renovables, la disponibilidad y accesibilidad de los minerales críticos y la resistencia frente a las amenazas físicas y cibernéticas.
La equidad energética se ha profundizado para incluir nuevas demandas de justicia, un acceso más justo y una distribución equitativa de los beneficios de las energías limpias, así como el impacto de las transiciones energéticas en las comunidades vulnerables.
La sostenibilidad medioambiental se ha ampliado a una preocupación holística por la salud planetaria, que abarca los principios de la economía circular, la interconexión de los sistemas hídricos, alimentarios y energéticos, y una mejor alineación de los esfuerzos de descarbonización con los límites ecológicos del planeta.
Puntuaciones
Las puntuaciones nacionales en materia de energía figuran en el Índice del Trilema Energético Mundial. Aunque las puntuaciones globales del Índice siguen reflejando el desfase temporal en la recopilación de datos nacionales y muestran a los países europeos entre los que obtienen mejores resultados, las entrevistas ponen de relieve los retos causados por la primera crisis energética del mundo impulsada por la demanda de los consumidores tras la invasión de Ucrania. Las repercusiones de la guerra en la seguridad energética, como el hecho de que Europa diera la espalda a las importaciones de gas ruso y buscara fuentes alternativas, sigue teniendo efectos dominó en todos los sistemas energéticos mundiales.
Aunque las soluciones a corto plazo aliviaron los problemas de seguridad energética, el aumento del uso del carbón suscitó problemas de equidad y sostenibilidad, y el aumento de los costes pone en riesgo la competitividad industrial europea a largo plazo. Estos problemas se extienden más allá de Europa, lo que sugiere que la guerra de Ucrania tendrá implicaciones más amplias y duraderas para las políticas y estrategias energéticas a escala mundial.
En palabras de Angela Wilkinson, secretaria general y consejera delegada del Consejo Mundial de la Energía, "esta última edición del Informe sobre el Trilema Energético Mundial demuestra que la forma en que hemos llegado 'hasta aquí' no nos llevará 'hasta allí' cuando se trata de gestionar transiciones energéticas mundiales ordenadas, inclusivas y justas. La primera crisis energética del mundo impulsada por los consumidores, la materialidad de la revolución de las energías renovables y el continuo aumento de las desigualdades estructurales son señales de alarma para el "business as usual". El liderazgo energético es, puede ser y será cambiante, adaptable y evolutivo, y eso incluye nuestra forma de medir los avances”.
"Gestionamos lo que medimos. El futuro de la energía va a ser mucho más exigente, ¡literalmente! Mientras rediseñamos la energía para las personas y el planeta, estamos transformando el marco del Trilema Energético Mundial y ampliando el uso práctico de esta herramienta de gestión del rendimiento y búsqueda de caminos más allá de los países, a regiones y ciudades", añadió
Prioridades regionales divergentes
El informe profundiza en los retos y respuestas específicos de cada región. África se enfrenta al aumento de la demanda en un contexto de adopción de energías limpias, mientras que Asia equilibra el crecimiento económico con la transición hacia energías limpias. Europa navega entre la seguridad, la asequibilidad y la sostenibilidad, mientras que América Latina y el Caribe buscan vías sociopolíticamente apropiadas. Oriente Medio y los países del Golfo están abandonando el predominio del petróleo en favor de un mayor desarrollo de las energías renovables, y las conclusiones de Norteamérica subrayan la necesidad de disponibilidad de infraestructuras, resistencia y energías limpias.
El Consejo Mundial de la Energía está haciendo evolucionar el marco del Trilema Energético Mundial y sus dimensiones, ampliando su uso y permitiendo su aplicación en tiempo real a través de datos accesibles, nuevas métricas y la ampliación del uso práctico de la herramienta más allá de los países a regiones y ciudades como medio para la gestión del rendimiento de la transición energética y la búsqueda de caminos.
Deja tu comentario
Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios