El 11 % de los españoles lleva retraso en el pago de las facturas de energía

El 11 % de los españoles lleva retraso en el pago de sus facturas de suministros básicos, un porcentaje que asciende al 16 % entre los europeos y que se debe, sobre todo, a la electricidad y el gas, según un informe de la Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo (Eurofound).

El estudio, que hoy publica la Confederación Europea de Sindicatos, concluye que la situación "genera un creciente riesgo de pobreza energética".

"El aumento del costo de vida golpea más fuerte a las mujeres. Debido a su ingreso medio más bajo, las mujeres se encuentran en un mayor riesgo de pobreza energética que los hombres", señala el documento elaborado a petición de la presidencia checa del Consejo de la Unión Europea.

Las facturas de energía

La situación varía mucho según el país de residencia, que incluye los resultados de una encuesta para conocer el grado de atraso en el pago de las facturas de la luz, el gas y el agua.

El porcentaje oscila entre el 7 % en Dinamarca y Suecia, y el 50 % en Grecia.

Además, el 53 % de los encuestados informó de dificultades para llegar a fin de mes.

Para los hogares más vulnerables, la pobreza energética es un riesgo aún mayor: el 45 % de las personas que dicen tener dificultades para llegar a fin de mes estaba preocupada por no poder pagar sus facturas en los tres meses posteriores.

Además existe un problema de género: el 31 % de las mujeres solteras cree que tendrá dificultades para pagar las facturas de electricidad, agua y gas en los próximos tres meses frente al 26 % de los hombres solteros.

"La igualdad salarial es necesaria ahora más que nunca, ya que una nueva investigación muestra que las mujeres son las más afectadas por los aumentos de los precios de la energía", dice la CES.

Las cifras revelan "la necesidad de tomar medidas urgentes a nivel nacional y de la UE" para proteger a las mujeres de la crisis, dicen los sindicatos.

La CES pide un plan de seis puntos que incluya aumentos salariales, topes al precio de la energía, pagos de emergencia para quienes tienen más dificultades para pagar sus facturas, la prohibición de desconexiones de energía e impuestos sobre el exceso de ganancias que obtienen los gigantes energéticos.