Algo está pasando en el interior de las centrales nucleares. El clima de insatisfacción de los trabajadores está saliendo a la luz. Primero, hace un par de semanas, con la dimisión de cuatro delegados sindicales de prevención de la central nuclear de Trillo (Guadalajara), y ahora con la convocatoria de dos jornadas de huelga para los días 13 y 20 de junio en las centrales nucleares de Ascó y Vandellós (Tarragona).
"La situación es insostenible" explican a este diario fuentes sindicales, "y no solo ocurre en Trillo, Ascó y Vandellós, también en Almaraz". En todas ellas se está produciendo una precarización en el empleo de los servicios auxiliares y de las contratas, lo que está provocando un alto grado de presión y estrés de la plantilla y por tanto, peligrando la seguridad de los trabajadores.
Los días 13 y 20 de junio se han convocado huelga en las centrales catalanas para exigir unas condiciones laborales dignas y que se cumplan los convenios. "También hay un cierto malestar por parte de las empresas auxiliares y posiblemente coincidan con nuestras reivindicaciones", explica Juan Luis Cantón, representante de UGT-FICA para Ascó y Vandellós, "y por eso reclamamos que se aplique el convenio colectivo, porque no se están subrogando a los trabajadores que pasan de una empresa a otra, con lo que pierden todos sus derechos y su antiguedad, que se regule el plus por recarga de combustible y que se mantenga el poder adquisitivo de los empleados al cambiar de contrata, que lo están rebajando de media entre el 10% y el 15%".
Una situación similar es la que sufren los trabajadores auxiliares de las nucleares de Trillo y Almaraz. "La dirección de estas centrales les piden incumplir el convenio a las nuevas contratas y rebajar el salario a los trabajadores, para que así puedan hacerles una oferta a la baja de sus servicios", explica Arturo Gómez, responsable de CCOO de Trillo y Almaraz, "con estas rebajas de los servicios auxiliares, el ahorro puede suponer entre un millón y un millón y medio de euros al año, una cantidad insignificante para sus propietarios, pero muy importante para la sociedad, porque este tipo de decisiones para esta industria es muy peligroso".
Los servicios auxiliares representan casi el 50% de las plantillas de las centrales nucleares. Solo en Ascó y Vandellós, las empresas subcontratadas suponen más de 1.300 trabajadores, y en Trillo de 750 trabajadores, 320 son auxiliares.
Según el último informe de Foro Nuclear, en esta industria trabajan de forma directa e indirecta más de 27.500 personas y los servicios auxiliares realizan labores que van desde el control y la automatización de procesos y sistemas, pasando por la realización de las recargas, análisis de procesos de soldaduras, sistemas de limpieza y descontaminación, limpieza industrial, servicio de lavanderías o servicios de montaje y desmontaje de andamias, seguridad o protección contra incendios.
"Los auxiliares cumplen su misión y no se puede tener a un trabajador 'cabreado', tocando y accionando dispositivos de seguridad", añade Gómez.
"Nosotros entendemos que tanto las empresas colaboradoras como los contratistas cuentan con personal cualificado y sus objetivos tienen que ser los mismos: fiabilidad, seguridad y rentabilidad en su trabajo", señala Cantón, "y aunque es un problema endémico de todas las centrales nucleares, en el caso de Vandellós y Ascó se agudiza porque todos los cambios de contrata han coincidido en el tiempo, es decir en los primeros meses de 2017".
Según los sindicatos, tanto ANAV, propietaria de Ascó y Vandellós, como CNAT, de Trillo y Almaraz, han hecho oídos sordos a sus reclamaciones, y mientras unos han convocado dos días de huelga que coincidirán con el proceso de recarga, los otros no descartan presentarla en unos días.
Por el momento, ambos sindicatos han asegurado que los paros no afectarán al funcionamiento de las plantas ni menoscabarán su seguridad y buen funcionamiento, pero piden que las propietarias escuchen sus reinvidicaciones y busquen una solución entre todos.
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