Los investigadores de la Universidad de Colorado Boulder han desarrollado un nuevo dispositivo portátil de bajo costo que transforma el cuerpo humano en una batería biológica.
El dispositivo, descrito en la revista Science Advances , es lo suficientemente elástico como para que puedas usarlo como un anillo, una pulsera o cualquier otro accesorio que toque tu piel. También aprovecha el calor natural de una persona, empleando generadores termoeléctricos para convertir la temperatura interna del cuerpo en electricidad.
"En el futuro, queremos poder alimentar los dispositivos electrónicos portátiles sin tener que incluir una batería", dijo Jianliang Xiao, autor principal del nuevo artículo y profesor asociado en el Departamento de Ingeniería Mecánica Paul M. Rady en la Universidad de Colorado Boulder.
El concepto puede sonar como algo sacado de la serie de películas Matrix , en la que una raza de robots ha esclavizado a los humanos para cosechar su preciosa energía orgánica. Xiao y sus colegas no son tan ambiciosos: sus dispositivos pueden generar alrededor de 1 voltio de energía por cada centímetro cuadrado de espacio en la piel, menos voltaje por área que el que proporcionan la mayoría de las baterías existentes, pero suficiente para alimentar dispositivos electrónicos como relojes o rastreadores de ejercicios.
Los científicos han experimentado anteriormente con dispositivos portátiles termoeléctricos similares, pero el de Xiao es elástico, se puede arreglar por sí mismo cuando se daña y es totalmente reciclable, lo que lo convierte en una alternativa más limpia a la electrónica tradicional.
“Siempre que usa una batería, la está agotando y, eventualmente, tendrá que reemplazarla”, dijo Xiao. "Lo bueno de nuestro dispositivo termoeléctrico es que puedes usarlo y te proporciona energía constante".
Bling de alta tecnología
El proyecto no es el primer intento de Xiao de fusionar humanos con robots. Él y sus colegas experimentaron anteriormente con el diseño de “piel electrónica”, dispositivos portátiles que se ven y se comportan de manera muy parecida a la piel humana real. Esa epidermis de Android, sin embargo, tiene que estar conectada a una fuente de alimentación externa para que funcione.
La última innovación del grupo comienza con una base hecha de un material elástico llamado poliimina. Luego, los científicos colocan una serie de chips termoeléctricos delgados en esa base, conectándolos a todos con cables de metal líquido. El producto final parece un cruce entre un brazalete de plástico y una placa base de computadora en miniatura o tal vez un anillo de diamantes técnico.
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