Las autoridades de Estonia han anunciado este jueves que dejarán de importar gas procedente de Rusia de cara a finales de año, una decisión "fundamental" en plena invasión rusa de Ucrania.
"Para ello se construirá una planta para recibir gas natural licuado en Paldiski de cara a otoño", ha señalado el Gobierno en un comunicado.
El texto señala que la medida permitirá "aumentar las reservas nacionales de gas" a lo largo de este año. La primera ministra, Kaja Kallas, ha indicado, además, que los buques no serán "cargados con gas ruso".
Kallas ha aseverado que espera que la planta, que será flotante, cuente con el apoyo de Finlandia, si bien ha matizado que Paldiski será su localización de forma "temporal". En el futuro podría ser trasladada a Finlandia.
Los miembros del Gobierno han apoyado la propuesta después de que la mandataria anunciara el 31 de marzo que buscaría una alternativa a la importación de gas ruso para responder así a las acciones de Moscú en territorio ucraniano.
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