El proyecto, financiado por la Comisión Europea, fue terminado en abril de este año y, el resultado ha sido la elaboración de una plataforma de código abierto en la que consumidores y partes interesadas pueden comparar distintas situaciones de consumo energético.
La innovación aportada por la plataforma reside en su capacidad para observar gráficamente el consumo particular y las necesidades energéticas de una ciudad al completo.
El primer experimento piloto de Cassandra se efectuó en un centro comercial de gran tamaño en las cercanías de Milán (Italia) y el segundo en un bloque de viviendas cercano a Luleå (Suecia). Estos dos estudios demostraron la forma en la que la herramienta puede utilizarse para abastecer las necesidades de distintos usuarios y la importancia de aportar a los consumidores la información precisa y útil para no dañar el medio ambiente.
El éxito de los dos ejercicios piloto ha animado a los creadores del sistema a desarrollar programas informáticos disponibles para todos los consumidores y para el sector de la energía.
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