Europa debe impulsar la competitividad de su cadena de suministro eólica

La nueva estrategia de seguridad energética de la UE, REPowerEU, quiere que para 2030 la energía eólica duplique con creces los 200 GW instalados en la actualidad. Para ello se requieren inversiones masivas en capacidades de producción industrial nuevas y existentes, y en toda la cadena de suministro: desde buques de instalación hasta grúas, puertos, investigación e innovación, redes y trabajadores cualificados.

Pero la cadena de suministro de la energía eólica carece del dinero necesario para invertir a la escala requerida. Los cinco fabricantes europeos de aerogeneradores siguen registrando pérdidas.

Una cadena rota

¿Por qué tiene dificultades la cadena de suministro eólico cuando los objetivos de la UE son ambiciosos? Según WindEurope, hay varias razones que explican esta situación:

1.- Los objetivos más ambiciosos en materia de energías renovables aún no se traducen en pedidos de aerogeneradores: la UE está construyendo parques eólicos a la mitad del ritmo que debería para cumplir los objetivos de REPowerEU. Los cuellos de botella en la concesión de permisos siguen siendo el principal problema: 80 GW de proyectos eólicos están atascados en los procedimientos de autorización, en su mayoría eólicos terrestres. En el caso de la eólica marina, los largos plazos para la obtención de permisos hacen que una mayor construcción sólo genere ingresos para el fabricante varios años después.

2.- Precios de las materias primas: la subida de los precios del acero y otras materias primas, el aumento de los costes de transporte y los cuellos de botella en la cadena de suministro han encarecido todos los componentes principales de una turbina eólica. La cadena de suministro debe absorber estos costes adicionales debido al tiempo que transcurre entre el pedido de un aerogenerador y su entrega real.

3.- Subastas mal diseñadas: Las subastas públicas de nuevos parques eólicos se basan casi exclusivamente en el precio. Esto ha provocado una carrera a la baja. Algunos países permiten incluso la licitación negativa, en la que los promotores deben pagar por el derecho a construir un parque eólico. Esto supone costes adicionales que deben repercutirse en la cadena de suministro (que pierde dinero) o en los consumidores (que tienen dificultades para pagar la factura de la luz).

4.- Falta de igualdad de condiciones con los competidores internacionales: hoy en día, casi todos los aerogeneradores europeos se fabrican en Europa. Pero los fabricantes chinos empiezan a ganarnos en costes y a conseguir pedidos en Europa.

5.- Incertidumbre sobre los ingresos de las renovables: las intervenciones mal diseñadas de los Gobiernos en los mercados eléctricos en 2022 hicieron tambalear la confianza de los inversores y alteraron los flujos de ingresos de los proyectos de energía eólica. Las inversiones en energía eólica cayeron el año pasado, con casi ninguna nueva Decisión Final de Inversión en eólica marina, y los pedidos de nuevos aerogeneradores bajaron un 47% respecto a 2021.

¿Qué debe hacer la UE en materia de política industrial eólica?

La Comisión Europea presentará el próximo mes de marzo una nueva legislación para el Plan Industrial de la UE sobre Energía Verde. Esto será clave para invertir las problemáticas tendencias de la cadena de suministro de la energía eólica.

El Plan debe ofrecer una respuesta sólida y significativa a la Ley de Reducción de la Inflación de EEUU, ya que las industrias de energías limpias están debatiendo ahora dónde deben invertir. Y necesitan una señal clara de que va a ser Europa.

El Plan Industrial Green Deal de la UE lo conseguirá si:

1. Mantiene un alcance limitado y específico en las tecnologías clave para la neutralidad climática, es decir, la eólica, la solar, el almacenamiento, los electrolizadores y las bombas de calor y sus cadenas de suministro adyacentes.
2. Dedica los recursos de la UE (fondos y financiación) a apoyar las inversiones inmediatas en la cadena de suministro de la energía eólica, junto con el enfoque más flexible de los créditos fiscales nacionales, que también tienen un papel importante que desempeñar.
3. Mantiene la simplicidad de las normas de asignación de fondos y financiación para que el dinero pueda llegar a la cadena de suministro lo antes posible. Las inversiones en energías renovables son necesarias ahora para que podamos alcanzar los objetivos de 2030.
4. Ayuda a acelerar aún más la concesión de permisos para proyectos de energía eólica. Un impulso adicional para que los Gobiernos nacionales apliquen cuanto antes las normas de emergencia de la UE en materia de permisos, junto con las normas de simplificación de permisos de la Directiva sobre energías renovables, será de gran ayuda.
5. Garantiza que los volúmenes de subasta para la energía eólica sean fiables y se carguen por adelantado, ya que los plazos de entrega son tales que las subastas sólo se traducen en entregas de pedidos con algunos años de retraso. La Directiva de Energías Renovables obliga a los Gobiernos nacionales a tener al menos 3 años de visibilidad sobre las subastas.
6. Garantiza que las normas sobre ayudas estatales de la UE permitan a los gobiernos nacionales indexar plenamente los regímenes de apoyo concedidos en las subastas para reflejar posibles aumentos de los precios de los insumos.
7. Garantiza que las normas sobre ayudas estatales de la UE dan plena flexibilidad a los gobiernos nacionales para utilizar criterios distintos del precio en las subastas para recompensar el valor añadido que los fabricantes europeos aportan en términos de integración de sistemas energéticos, sostenibilidad, empleo europeo y compromiso comunitario.
8. Garantiza que los Gobiernos nacionales eviten las licitaciones negativas en las que la industria paga por el "privilegio" de construir un parque eólico.