La creación de un mercado único europeo energético en Europa ha sido una de las recetas aportadas por los expertos reunidos en Foro Sella 2024 para asegurar la competitividad industrial en un entorno de grandes cambios y adversidades geopolíticas.
En este planteamiento coincidieron Cristina Lobillo, directora de Política Energética de la Unión Europea, y David Robinson, investigador del Oxford Institute for Energy Studies, que participaron en este encuentro celebrado recientemente en Villanueva de Gállego (Zaragoza), que reunió a 400 asistentes especializados en industria y energía.
En palabras de Cristina Lobillo, “necesitamos un mercado único de la energía, que hoy por hoy no existe en la Unión Europea”. La experta señaló la necesidad de “tomar medidas para conseguir el 80% de electrificación que tenemos como objetivo para el año 2050” y la clave para lograrlo pasa por “más renovables y más eficiencia energética”, que deben desarrollarse de manera que “no se afecte la competitividad de la industria europea”.
Para David Robinson, ”, ya que el actual “está muy fragmentado. Casi todas las decisiones se toman a nivel nacional”. El experto alertó que la actual fragmentación dificulta la competitividad en el tablero internacional: “estamos compitiendo con Estados Unidos y China, que tienen una estructura unificada”, mientras que la UE “tiene muchas capacidades pero está fragmentada”, afirmó.
La importancia de la financiación
Otro de los retos planteados por los expertos de Foro Sella fue el de la financiación del mercado energético europeo, lo que afecta de lleno a los avances tecnológicos. Según Robinson, “en la Unión Europea no tenemos una unidad de financiación, y además falta capital riesgo, algo que sí existe en Silicon Valley para apoyar a las nuevas tecnologías”. Por su parte, Lobillo apuntó que la Unión Europea está trabajando en facilitar la financiación “a través de un marco regulatorio estable y bien definido, que pueda atraer inversiones” para “seguir avanzando en los objetivos de transición energética”.
Los planes de resiliencia en la Unión Europea han contemplado, según explicó Lobillo, 650.000 millones de euros, que se han repartido en todos los países de la Unión Europea. De esa cifra, 180.000 millones se destinan a medidas relacionadas con la energía: el 50% a eficiencia energética y el resto a renovables, tanto para redes, infraestructuras energéticas y también hidrógeno.
Lobillo reiteró en la necesidad de “seguir trabajando juntos, administraciones y estados miembros”, y advirtió sobre la importancia del intenso el calendario político mundial: “el marco político no se puede perder de vista, porque tiene una gran influencia en el desarrollo de los marcos legislativos y de las políticas fundamentales de la Unión Europea”, destacó.
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