Gamesa y Acciona se encuentran bien posicionadas en el prometedor mercado eólico de Marruecos. Las ofertas de ambas compañías han sido preseleccionadas, junto a otras tres más, para la construcción del gran Proyecto Eólico Integrado marroquí (PEI). Se trata de cinco parques eólicos, algunos de grandes dimensiones, que tendrán una potencia instalada de 850 megavatios (MW).
La Oficina Nacional de Agua y Electricidad (ONEE, en sus siglas en francés) hizo público el pasado fin de semana el resultado de la apertura de las ofertas técnicas y comunicó los nombres de los cinco consorcios preseleccionados.
Gamesa concurre a la licitación asociada con la saudí Acwa Power, mientras que Acciona lo hace en un consorcio formado por sus filiales Acciona Wind Power y Acciona Energía.
Además de ellas, han sido preseleccionados el consorcio de Enel, Siemens y la marroquí Nareva, la unión de International Power y Vestas y la de Edf, Alstom, Quwc y Fipar.
La fecha de la adjudicación definitiva es un misterio, pero el consorcio ganador deberá garantizar la construcción, explotación y mantenimiento de los cinco parques eólicos, en un principio para que estén operativos entre 2016 y 2020, según la ONEE.
Los cinco parques estarán situados en Midelt (centro, 150 MW de potencial de producción), Tiskrad-Tarfaya (costa atlántica sur, 300 MW), Tánger II (norte, 100 MW), Jbel Lahdid-Esauira (costa atlántica, 200 MW) y Bujador (costa del Sáhara Occidental (100 MW).
Montar una fábrica en Marruecos
Este megaproyecto tiene la particularidad de que debe ir acompañado por una "oferta de integración industrial", esto es, una propuesta de desarrollo local de una industria específica que pueda surtir a los parques eólicos de sus distintos componentes y con la que Marruecos aspira a crear puestos de trabajo y propiciar la transferencia tecnológica.
Sabedor de que la eventual instalación de una planta de componentes eólicos no es rentable salvo con una "masa crítica", esta es la razón de que el gobierno marroquí haya decidido poner los cinco parques en un solo proyecto que justifique así la inversión en la fabricación local, según estiman fuentes conocedoras del sector.
El problema para las operadoras españolas es que, en un contexto nacional de gran contracción del sector eólico y con las fábricas en España trabajando a medio gas, es difícil justificar la rentabilidad de la apertura de una planta en un lugar tan cercano como Marruecos para comenzar a producir desde cero turbinas, aspas o pilares de molinos.
Sin embargo, el significado político de invertir en el PEI sabiendo que uno de los parques está en el territorio contestado del Sáhara Occidental (como es el parque de Bujador) no parece haber desanimado a las dos empresas españolas que licitan.
Sólo cinco parques
Marruecos produce actualmente 254 megavatios anuales de energía eólica (un 2,76% del total de energía que produce) en cinco parques, y está construyendo varios parques más que sumarán otros 700 megavatios de capacidad, sin contar el PEI, que completará la capacidad eólica total hasta los 1.800 megavatios.
Esto entra dentro de un plan para producir en el horizonte de 2020 un 42% de la energía que consume que proceda de fuentes renovables: solar, eólica e hidráulica, con porcentajes similares de 14% en cada caso.
El plan busca así reducir la extrema dependencia energética del país magrebí, actualmente cercana al 97 % del total.
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