La opción de limitar el precio máximo al que pueden ofertar las centrales de gas en el mercado eléctrico mayorista para tratar de contener el encarecimiento de la luz reaviva el temor a que, sin un fondo europeo para compensarlas, los países terminen incurriendo en un déficit de tarifa.
El déficit de tarifa es el desajuste que se produce entre los ingresos y costes del sistema eléctrico cuando los primeros no son suficientes para cubrir los segundos.
Los costes del sistema eléctrico son cubiertos con los ingresos correspondientes a los peajes de acceso a las redes de transporte y distribución y los cargos.
Los peajes están destinados a cubrir los costes de las redes y la retribución a las compañías de distribución y transporte por sus inversiones, mientras que los cargos se destinan a sufragar las primas a las renovables, la mitad de los sobrecostes de los sistemas eléctricos extrapeninsulares y las anualidades del déficit del sistema.
Si los déficits que se producen son temporales y pueden ser cubiertos por superávits que registre en el futuro el sistema, puede ser una solución temporal al coste que habría que afrontar para compensara las central de ciclo combinado por limitación de los precios que se pueden ofertar en el mercado.
Pero una sucesión de déficits, sin que haya superávits posteriores que permitan ir compensándolos, acaba generando una deuda al sistema eléctrico, como ya ocurrió en España.
ESPAÑA YA ACUMULÓ 30.000 MILLONES DE DÉFICIT
Desde el año 2000 y hasta el ejercicio de 2013, los ingresos del sistema eléctrico español fueron insuficientes para cubrir sus costes y se fue generando una deuda, a la que hay que hacer frente y con intereses.
En España, llegó a casi 30.000 millones de euros, aunque que se ha ido reduciendo, gracias a que en 2014 el sistema ya volvió a registrar superávit.
Según datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), a finales de 2021 la deuda era ya sólo de 12.182 millones de euros, un 14,6 % menos que en 2020.
El sistema eléctrico, después de los déficits acumulados hasta 2013, registró superávit en 2014 por importe de 550,3 millones de euros, unos superávits que se repitieron en 2015, 2016, 2017 y 2018, aunque cada año con menor cuantía, ascendiendo el superávit agregado de 2014 a 2018 a 1.687,5 millones de euros.
Pero para que los ejercicios de 2019 y 2020 finalizaran en equilibrio, hubo que destinar 1.034 millones procedentes del superávit generado en años anteriores.
EL DÉFICIT ESPAÑOL SE TERMINARÁ DE SALDAR EN 2028
En febrero de 2021, quedó totalmente satisfecho el déficit de 2005 y los cálculos son que la deuda eléctrica pendiente se saldará a 31 de diciembre de 2028.
El grueso de los derechos de cobro pendientes sobre la deuda del sistema eléctrico (alrededor del 80 %) está asociado al Fondo de Amortización del Déficit Eléctrico (FADE), que fue creado por el Gobierno en 2010 para la titulización en los mercados crediticios de la deuda eléctrica, que había sido financiada hasta ese momento en su mayor parte por las principales compañías eléctricas.
Para 2022, la anualidad estimada de todos los derechos de cobro correspondientes a la deuda del sistema eléctrico, incluidos los del FADE, es de 2.396,9 millones de euros, un 1,06 % más que la satisfecha en 2021, con un coste medio ponderado del 1,896 %, 57 puntos básicos menos que en 2021.
En 2020, en el último ejercicio del sistema eléctrico definitivamente liquidado hasta la fecha, el superávit fue de 115,7 millones de euros, inferior a los 124 millones que se habían previsto, debido a que los ingresos por peajes fueron menores por la pandemia del coronavirus, aunque se vieron parcialmente compensados por unos costes inferiores a los previstos.
La liquidación del ejercicio de 2021 está todavía pendiente y hasta la fecha se conoce hasta la liquidación número 12 de las al menos 14 que se practican para cada ejercicio.
Según la última liquidación conocida de 2021, la número 12, el déficit tarifario provisional se situó en diciembre en 295,8 millones de euros, al registrase unos ingresos de 14.880,2 millones de euros frente a unos costes de 15.291,7 millones, aunque para conocer cuál será el saldo en 2021 habrá que esperar al menos a esas dos liquidaciones.
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