El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha recordado que el desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña, ubicada en Burgos pero muy próxima a Álava, es una medida que cuenta con una "gran adhesión" entre la sociedad y las instituciones del País Vasco y ha recordado que el propio Parlamento Vasco reclamó en 2017, con el respaldo de todos los grupos salvo el PP, la clausura definitiva de la planta.
Zupiria se ha referido este martes, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno semanal, a la decisión adoptada este pasado lunes por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico para autorizar el inicio del desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña, un proceso que se prolongará hasta 2033.
El portavoz del Gobierno Vasco ha recordado que el cierre de esta planta "siempre ha contado con una adhesión grande, tanto entre las instituciones vascas como entre la ciudadanía de Euskadi". En este sentido, ha señalado que en 2017 el Parlamento Vasco pidió el cierre definitivo de esta central con el respaldo de todos los grupos salvo el PP.
El futuro de Garoña
De esa forma, Zupiria considera que la decisión del Ministerio "es un paso más en una hoja de ruta que ya estaba establecida, y que coincide con las peticiones que el Parlamento Vasco había realizado y que también están siendo objeto de trabajo en las diferentes comisiones interinstitucionales en las que participa el Gobierno Vasco".
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