Las máquinas van ganando terreno poco a poco. La era de la inteligencia artificial se apodera de casi todo lo que sale a su paso. Uno de los últimos ejemplo procede del gigante tecnológico Google. La compañía ya solo utiliza Inteligencia Artificial para reducir el consumo energético de sus centros de datos.
Hasta ahora, Google trabajaba desde 2016 con DeepMind y un sistema de IA para hacer más eficientes los centros de datos. Pero no estaba del todo manejado por la máquina. La mano del hombre estaba detrás para conseguir ahorros energéticos cercanos al 40%. Pero Google ha dado un paso más.
"Ahora llevamos este sistema al siguiente nivel: en lugar de recomendaciones implementadas por humanos, nuestro sistema de inteligencia artificial controla directamente el enfriamiento del centro de datos, mientras permanece bajo la supervisión experta de nuestros operadores de centros de datos. Este sistema de control basado en la nube, el primero en su tipo, ahora ofrece de forma segura ahorros de energía en múltiples centros de datos de Google", explica la compañía en su blog.
El sistema consiste en redes neuronales: sistemas informáticos modelados en el cerebro humano. DeepMind ha entrenado estas redes para predecir las salidas de temperatura y presión dentro de los centros con 60 minutos de anticipación, antes de establecer los requisitos apropiados para reducir el consumo de energía y producción.
Google indica que la medida, que se implementó en varios centros de datos, ha generado una reducción promedio del 30% en el consumo de energía.
"Limitamos a propósito los límites de optimización del sistema a un régimen operativo más estrecho para priorizar la seguridad y la confiabilidad, lo que significa que hay una compensación de riesgo versus recompensa en términos de reducción de energía", explican en el blog.
El nuevo enfoque permite que el sistema de IA de Google obtenga información en tiempo real con respecto a su sistema de enfriamiento del centro de datos con una red de sensores cada cinco minutos, antes de volver a alimentarlo a las redes neuronales.
Después, las redes predicen cómo las diferentes combinaciones de acciones potenciales afectarán el consumo de energía en el futuro, permitiendo que el sistema de inteligencia artificial identifique e implemente el conjunto de acciones que minimizarán el uso de energía al tiempo que permanecen dentro de las restricciones de seguridad de la compañía.
A lo largo del proceso, los operadores del centro de datos de Google supervisarán el sistema y tendrán la posibilidad de salir del modo de control de IA en cualquier momento. En estos casos, el sistema pasará el control de acción de la IA al operador.
Google ahora está explorando la posibilidad de aplicar sistemas de inteligencia artificial en más áreas de sus operaciones,según cuenta en el blog. Especula que la compañía podría usar dicha tecnología en entornos distintos a los centros de datos para "ayudar a abordar el cambio climático en una escala aún mayor". ¿Lo hará? ¿Buscará socios en el sector energético?
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