En la región italiana de Calabria, un pequeño equipo de ingenieros está intentando algo que muchos consideraban ya territorio cerrado: reinventar el motor de combustión interna. La startup Heart Combustion Engine (HCE), fundada por Giuseppe Maria (CEO) y Aristide Miceli, padre e hijo, defiende que todavía hay margen para innovar profundamente en los motores térmicos, siempre que sean eficientes y compatibles con combustibles de bajas emisiones.
Entrevistamos a su CEO, a quien le gusta recordar la cita “el futuro es ecléctico, no dominado por una sola tecnología”, atribuida a Kelly Senecal, experto en motores y cofundador de Convergent Science. Para Miceli, “la electrificación es crucial, pero no puede cubrirlo todo”.
El ciclo en 360°: la “trayectoria en forma de corazón”
La innovación clave de HCE es un diseño que completa el ciclo completo de 4 tiempos (Otto) en una sola revolución del cigüeñal, en lugar de dos. A simple vista, parece un desafío a la física, pero la compañía ha patentado un sofisticado mecanismo con dos ejes sincronizados y un sistema de bielas y palancas que genera una trayectoria que recuerda a un corazón. De ahí el nombre.
“Nuestro motor realiza admisión, compresión, combustión y escape en 360 grados, gracias a dos puntos muertos superiores y dos inferiores en un solo giro”, explica Miceli. “El resultado es hasta el doble de potencia específica respecto a un motor convencional”.
Llama la atención la capacidad de variar por separado la carrera de compresión y de expansión, lo que permite adaptarse a combustibles muy distintos sin rediseñar el motor. “Podemos ajustar el ratio de compresión para gasolina, hidrógeno, amoníaco o e-fuels simplemente cambiando geometrías internas”.
Esta independencia mecánica abre la puerta a un efecto Atkinson muy pronunciado: mayor expansión que compresión, lo que se traduce en consumo más bajo y emisiones reducidas. “La expansión extendida nos permite recuperar más energía y reducir temperaturas de escape”. De hecho, según los datos internos de la compañía, el diseño ofrece un aumento del 100% en potencia específica, un incremento del 13% en eficiencia, una reducción del 19% en la temperatura de los gases de escape y una disminución del 52% de la presión en esos gases, indicadores que permiten un funcionamiento más limpio, estable y duradero.
El equipo ya ha construido un prototipo funcional de 500 cc, donde validan la cinemática patentada y los modelos termodinámicos. También han registrado un nuevo brevetto sobre un sistema de variación del ratio de compresión.
Motores avanzados en un mundo eléctrico
“No queremos competir contra el eléctrico. Queremos cubrir aquello que el eléctrico no resuelve bien”. Miceli explica que su tecnología puede ser decisiva en tres grandes ámbitos: en primer lugar, en generadores compactos y sistemas de cogeneración, especialmente en entornos con alta presencia de renovables, donde “nuestro motor puede funcionar solo cuando es necesario, con gran eficiencia incluso a carga parcial”; en segundo lugar, en range-extenders y sistemas híbridos, donde la elevada densidad energética del combustible sigue siendo fundamental y “en híbridos, un motor muy eficiente y multicarburante puede cambiar completamente la ecuación”; y, por último, en sectores difíciles de electrificar, como el marino, el off-road o la maquinaria industrial, donde “aquí no se puede depender solo de baterías. La continuidad operativa y el repostaje rápido siguen siendo esenciales”.
Europa, explican, está empezando a abrir de nuevo la puerta a la combustión avanzada, siempre que sea compatible con e-fuels, hidrógeno o combustibles sintéticos renovables. “El marco es más selectivo, sí, pero también más favorable a soluciones realmente low-carbon”.
Por eso, en el corto plazo, HCE ve más tracción en segmentos como pequeños generadores, motores marinos compactos y proyectos de cogeneración H₂-ready, mercados donde los ciclos de certificación son más rápidos que en automoción.
Crecimiento silencioso, partners y expansión hacia España y Portugal
Aunque mantienen un perfil mediático discreto, los últimos meses han sido intensos para la startup calabresa. Han sido semifinalistas del GAMIC 2024, seleccionados en programas de innovación como BIND o South Summit, y han firmado cartas de intención con una startup de superdeportivos y otra dedicada a cogeneración con hidrógeno.
“Estamos construyendo muchas relaciones con corporaciones del sector energía y movilidad”, señalan. “Preferimos trabajar bajo el radar y validar paso a paso”.
No planean abrir oficinas propias, sino alianzas, licensing y pilotos. España y Portugal están claramente en su radar. “Nuestro objetivo no es ‘expandirnos’, sino encontrar a los socios adecuados para escalar de forma inteligente”.
“La combinación de renovables, hidrógeno y micro-generación en la Península Ibérica es ideal para nuestra tecnología”, afirman. Buscan especialmente pilotos de generadores H₂-ready, integraciones como range-extender y acuerdos con fabricantes con capacidad industrial.
Heart Combustion Engine es una apuesta arriesgada, pero técnicamente de gran potencial, que llega justo cuando Europa avanza en su transición hacia un modelo energético más diversificado, donde distintas tecnologías deberán convivir para responder a necesidades muy diferentes.
Saavedra
19/11/2025