El Consejo de Administración de Hunosa ha aprobado el Plan de Transformación de la Central Térmica asturiana de La Pereda, en Mieres, para dejar el carbón como principal combustible y sustituirlo por biomasa forestal, lo que requerirá una inversión de unos de 41 millones de euros.
En un comunicado, la empresa pública informa de que se trata del proyecto que garantiza la supervivencia de la principal fuente de ingresos de la compañía y un gran paso en el papel que la empresa pretende asumir en la transición a una economía descarbonizada.
Tras el trámite de este miércoles, el proyecto deberá recibir la autorización del Consejo de Administración de SEPI, accionista universal de Hunosa, y pasar por el correspondiente proceso de subastas de energías renovables.
El Plan de La Pereda está alineado con las políticas energéticas a nivel español y europeo y pretende dar respuesta a un triple objetivo: asegurar la rentabilidad de la central y de Hunosa, contribuir a una economía limpia y sostenible y favorecer la vertebración de la región y comarcas afectadas.
El uso de la biomasa como combustible se enmarca en el proceso de descarbonización y la economía circular, apostando por una economía limpia, la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero, la mejora de la eficiencia energética y el impulso de la generación de energía eléctrica a partir de fuentes de energía renovables.
Además, el proyecto tiene vocación de ayudar al necesario impulso de la gestión forestal de los bosques.
La transformación de La Pereda a la biomasa “es uno de los principales proyectos recogidos en el Plan de Empresa de Hunosa 2019-2027 y una pieza fundamental para garantizar la viabilidad de la empresa y todo el Grupo”, destaca el presidente de la compañía, Gregorio Rabanal.
sean
25/12/2020