Toyota ha presentado en el Salón del Automóvil de Ginebra uno de sus últimos productos de baja gama. Se trata de I-Tril, una especie de caja de cerillas eléctrica que tiene hasta la función de conducción autónoma.
Es como una especie de Twizy de Renault o de un Nissan Land Glider. Pequeñitos pero matones. Este I-Tril tiene de todo. Lo peor su espacio. En el mejor de los casos puedes llevar a dos personas más.
La empresa cuenta con un mercado específico para el vehículo, con el objetivo de lleno en “un sofisticado, 30-50 años de edad activa, sola con dos niños y un estilo de vida vibrante” que vive en una pequeña ciudad de tamaño mediano.
Los 600 kg, 2,83 metros de largo y 1,46 metros de alto incorpora la tecnología de Lean activo de Toyota, con una bisagra situada entre el eje y la cabina trasera del vehículo de manera que los neumáticos traseros de 20 pulgadas puede permanecer firmemente agarrada a la carretera, mientras que la parte delantera de la i-Tril puede inclinarse, como si se arrodillara ante ti.
Ese conductor se coloca en el centro en el asiento de karts similar, con un banco de dos personas detrás – el cual permite a los pasajeros en la parte trasera una mejor vista de la carretera, y al mismo tiempo ganar algo de espacio para las piernas.
Así es el I-Tril de Toyota con el que quiere conquistar a los más jóvenes conductores. Sostenibilidad y diversión al volante.