Renovables

Iberdrola, 30 años en Gamesa: de la ilusión de Corporación IBV a la triste salida de hoy

2 comentarios publicados

La venta de las acciones de Iberdrola en Siemens Gamesa pone fin a 30 años de relación entre ambas compañías. Sí, aunque no lo parezca, la llegada de la eléctrica al fabricante de aerogeneradores se produjo en 1990. Lo hizo a través de la Corporación IBV, una especie de joint venture entre Iberdrola y BBVA que se dedicaba a la promoción de empresas.

Por aquel entonces Gamesa se dedicaba principalmente a la aeronáutica, y no fue hasta 1994 cuando comenzó su andadura en el negocio eólico, por lo que se podría decir que Iberdrola ha acompañado a Gamesa desde sus inicios hasta este miércoles, día en el que se llevará a cabo la compraventa de las acciones a la alemana Siemens.

Todo quedaba en casa. Los dos colosos empresariales de Euskadi elevaban a Gamesa a los cielos. Por un lado, Corporación IBV, pero también había otro gran accionista, Nefinsa, de la familia Serratosa.

Poco a poco Iberdrola fue comprando a la propia Corporación IBV paquetes de acciones hasta que finalmente se quedó sola. Fue en 2008 cuando IBV decidió quitarse de en medio y dejar a Iberdrola como principal accionista del fabricante de aerogeneradores. Normal por otra parte, ya que Gamesa decidió en 2006 únicamente dedicarse a las energías renovables.

Unos años antes Gamesa ya se había convertido en uno de los principales fabricantes de aerogeneradores del mundo. Por 2001 ya tenía presencia en Portugal, Francia, Grecia, Irlanda, Reino Unido, EEUU, China y México. En 2003, el negocio se extendió más hasta mercados como Alemania, Italia, India, Vietnam, Egipto, Japón, Corea, Taiwán y Marruecos.

Pero la verdadera internacionalización de Gamesa se produjo con la instalación de distintas fábricas por el mundo: en 2004 abrió planta en EEUU y China. Cuatro años más tarde hizo lo propio en India, y en 2010 en Brasil. eran años de crecimiento.

Este crecimiento de Gamesa lo hizo de la mano de Iberdrola, que era uno de los principales desarrolladores de parques eólicos en el mundo y crearon un binomio que era la envidia de medio mundo. Gamesa se aseguraba trabajo gracias a Iberdrola. Gamesa ha sido siempre uno de los mayores proveedores de la eléctrica. Ahora seguirá siéndolo, pero ya no será lo mismo.

Un operario de Gamesa. FOTO: Gamesa.
Un operario de Gamesa. FOTO: Gamesa.

Años después llegó la entrada de Gamesa en el negocio de eólica marina. Se juntó a la francesa Areva para tratar de competir en este negocio que estaba comenzando a sonar con fuerza y en el que la propia Iberdrola apostó de forma decidida. Pero este negocio fracasó.

Poco después en 2016 se conoció ya la gran operación de fusión entre Siemens y Gamesa. El gigante alemán se comía a Gamesa y quedaba como principal accionista de la nueva compañía con un 59% del capital mientras que Gamesa vio diluir su 20% en Gamesa hasta algo menos de un 10% en la nueva Siemens Gamesa.

La fusión fue aprobada por los accionistas de Gamesa en octubre de 2016 con un 99,75% de votos a favor. En diciembre, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) dio su visto bueno a la operación.

La integración de ambas sociedades dio origen a un grupo eólico líder, con una base instalada de 75.000 megavatios (MW), una cartera de pedidos valorada en 20.900 millones de euros e ingresos de 11.000 millones de euros, según datos proforma a diciembre de 2016.

Todo parecía un cuento. Menudo gigante de la energía eólica se había creado. Iberdrola consiguió dejar aún la bandera de España en el seno de la compañía, pero tampoco se fiaba mucho de Siemens, por eso alcanzó en septiembre de 2016 un acuerdo parasocial para que entre otras cosas se mantuviera la sede en Zamudio.

Todo parecía ir de rosas, pero poco a poco se ha ido torciendo la relación entre Iberdrola y Siemens, principal accionista. La gestión de la compañía no era del gusto del grupo español. Alzó sus quejas en varias ocasiones. Llevó a la alemana a los tribunales y al final han acordado la venta de las acciones y decir adiós a 30 años de relación entre Iberdrola y Gamesa. Un triste final, pero con 1.100 millones en el bolsillo. Una operación económicamente redonda.

Noticias relacionadas

2 comentarios

  • Víctor

    05/02/2020

    Un buen repaso para un día como hoy. Sólo dos apuntes:
    Debería haberse incluido una mención a la join venture de Gamesa con Vestas y la ruptura por Gamesa Energy.
    No es muy exacto decir que el negocio off-shore con Areva fracasó... Digamos que dejó de tener sentido desarrollar plataformas offshore cuando la fusión con SIEMENS ya las proporcionaba.
  • Piloto

    05/02/2020

    Pregunta. ¿Y ahora qué?. ¿Con quién va a mantener Iberdrola la fabricación de aerogeneradores para ofertar su energía 100% renovable? ¿Y la eólica Offshore, cómo va a seguir instalando aerogeneradores marinos?.Sería bueno que los consumidores que llevamos años conectados con Iberdrola y que queremos seguir utilizando energía renovable y no contaminante, fuéramos informados de cómo vamos a saber que la energía que consumimos, no contamina el medio ambiente.

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios