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Iberdrola mantiene su pulso con Siemens y valora una posible salida de Gamesa

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La reunión que han mantenido ****el presidente mundial de Siemens, Joe Kaeser, con el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, los principales accionista de Siemens Gamesa, no ha ido todo lo bien que el alemán esperaba. Pese a que éste ha insistido en el cumplimiento escrupuloso del acuerdo parasocial firmado entre ambos, sigue el descontento de Iberdrola que considera que no están protegidos sus intereses frente al riesgo de administración del accionista mayoritario (59%).

Desde Iberdrola se considera que Siemens está gestionando la empresa como una filial más, no como un grupo industrial como se había comprometido. Además, según ha podido saber El Periódico de la Energía, la eléctrica sigue sin entender por qué el grupo alemán no dejó incluir el traslado o no de su sede fuera del País Vasco en el orden del día de la Junta de Accionistas de la eólica del pasado 23 de marzo. Tampoco entiende por qué ha habido tantos cambios en el equipo directivo de la compañía, que en tan solo un año ha visto como han circulado dos directores financieros, dos directores de recursos humanos y una importante reestructuración, con un nuevo consejero delegado del negocio Offshore, Andreas Nauen, y un nuevo director de Asesoría Jurídica y secretario general del consejo.

Para Sánchez Galán la gestión de la eólica sigue siendo inestable y el motivo de su descontento. Pero no es el único. El desplome del valor bursátil de la compañía del 37% registrado en el último año también preocupa al resto del 33% del accionariado, donde hay fondos como Alliance Bernstein, Barclays Bank, Norges Bank o JPMorgan y otros inversores privados, quienes han manifestado su apoyo a la eléctrica.

Y por si fuera poco, a toda esta lista de despropósitos, el CEO del Grupo Siemens ha dejado caer que si Iberdrola quiere vender sus acciones en Siemens Gamesa, que acuda al mercado. Una propuesta que ha enfadado aún más a su socio ya que antes se activaría el pacto parasocial, mediante el cual Siemens tendría que comprar el 8% de Iberdrola a 22 euros la acción (o al precio de cotización del día del incumplimiento más una prima del 30%), un valor muy por encima de la cotización actual, de 12,82 euros al cierre de ayer. No tendría ningún sentido si la eléctrica demuestra que ha habido un incumplimiento.

Por todo ello, Iberdrola valora su salida de Siemens Gamesa aunque de momento ha dicho que no lo va a hacer. Lo que sí está estudiando es pedir a la CNMV que analice si la exención concedida para la fusión tendría sentido ahora, porque si se elimina, obligaría a la alemana a lanzar una OPA por el 100% de las acciones.

Y es en este punto donde surgen las discrepancias entre los expertos jurídicos. Por un lado, Vicente Conde, socio de la firma internacional de abogados Osborne Clarke, explica que "aunque la norma prevé que cuando se toma el control de una sociedad cotizada se tenga que realizar una OPA por el total de las acciones, hay excepciones que permiten solicitar una dispensa a la CNMV para evitarlo", como fue el caso de esta fusión. Podría quedar una mínima duda de que la resolución pudiera quedar comprometida "si hubiera sido una dispensa no firme, pero como sí que lo es, no hay ninguna base legal para romperla y obligar al Grupo Siemens a realizar una OPA por el total de las acciones que no tiene bajo su control".

Sin embargo, la Asociación de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC) no lo ve así, y pedirá al supervisor que suspenda la exención concedida a la alemana y le obligue a lanzar una OPA sobre todos los accionistas.

Para evitar que se llegue hasta esa situación, Joe Kaeser ha tenido que reconocer que entiende la “decepción” de Iberdrola, y que "es un cliente muy valorado y un importante accionista de SGRE. Somos socios a largo plazo de diferentes maneras. Para nosotros es importante trabajar de cerca y diligentemente con nuestros socios y animarles a que confíen en SGRE de la misma manera que nosotros lo hacemos”.

Aún así sus palabras no convencen a Iberdrola y fuentes del sector han señalado que la eléctrica no va a dar su brazo a torcer y que podría tomar la decisión de vender en cualquier momento. Mientras tanto, el grupo Siemens estaría hablando con otros inversores interesados en entrar en el accionariado, una opción que le salvaría de afrontar el esfuerzo económico titánico que supondría la obligación de comprar el 8% de Iberdrola (1.100 millones de euros si se activase el pacto parasocial) o el 100% en caso de OPA, aunque por el momento no hay nada cerrado.

La guerra sigue abierta.

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