Primera cuestión: las palancas de crecimiento y reasignación de capital
En la última presentación de resultados semestrales, el equipo directivo de Iberdrola adelantó un objetivo de inversiones en redes de unos €55.000 millones en el periodo 2026-2031. Iberdrola actualizó sus compromisos de inversión por última vez en marzo de 2024 con €41.000 millones de inversiones brutas durante el periodo 2024-2026, de los cuales €21.500 millones estaban destinados a redes. En términos comparables, el nuevo objetivo implicaría incrementar las inversiones anuales en redes en un 28%.
Estos nuevos objetivos ya confirmados implicarían aproximadamente que casi todo el incremento en inversiones totales del grupo estaría justificado por el incremento en redes, ya que Iberdrola incrementó las inversiones brutas totales del grupo a aproximadamente €15.000 millones anuales en los próximos años, frente a inversiones anuales entre €11.000 y €12.000 millones en los últimos años. Las inversiones en renovables y generación convencional se mantendrían casi invariables, contribuyendo a una aceleración en la asignación de capital en favor de negocios regulados, que será bienvenida por los inversores.
Segunda cuestión: optimización geográfica de los negocios
Una de las ventajas competitivas que más aprecian los inversores de Iberdrola son sus cuatro ‘’patas’’ estratégicas, representadas por el negocio autóctono, que contribuyó al 50% del beneficio antes de impuestos en 2024, el Reino Unido con el 24%, Estados Unidos y Brasil con el 10% de contribución cada una. Son cuatro negocios integrados, con importantes oportunidades de crecimiento y con exposición a monedas fuertes mayoritariamente (euro, dólar y la libra esterlina), compensando la exposición a moneda débil (el Real brasileño).
Su nuevo plan estratégico tendrá como objetivo reforzar las ‘’patas’’ a través de las futuras inversiones en redes. Del total de las inversiones en redes, aproximadamente entre el 45% y el 50% se asignarán al Reino Unido, entre el 35% y el 40% a Estados Unidos, entre el 10% y el 15% a Brasil y aproximadamente el 5% a España. El Reino Unido ofrece en estos momentos cinco años de visibilidad regulatoria, ya que el nuevo periodo regulatorio para las redes de transmisión comienza el 1 de abril del 2026, pendiente únicamente de la resolución final en diciembre, mientras que el de distribución sigue vigente hasta el año 2028.
Tercera cuestión: fuentes de financiación del crecimiento
Tras la captación de capital por valor de €5.500 millones en julio, el nuevo plan de inversiones estaría totalmente financiado. Iberdrola podrá así relajar la emisión de bonos hídricos y la desinversión de participaciones minoritarias en proyectos eólico marinos y terrestres, que han sido fuentes de financiación en los últimos años. En paralelo, la eléctrica prosigue con la aceleración de la reasignación de capital por geografías. Iberdrola reforzará su ‘’pata’’ brasileña con la compra del 30% de participación en Neoenergia, pendiente de aprobación por el regulador brasileño.
Esta operación, junto con el cierre de la compra de la distribuidora británica Electricity North West en octubre de 2024, están siendo y serán financiadas con una actividad frenética de operaciones corporativas, de las que destacan la reciente venta del negocio de generación en México por €3,7 mil millones y la venta del negocio de contadores en el Reino Unido por €1 mil millones, entre otras operaciones.
Los directivos de Iberdrola deberían afrontar el evento del miércoles con total tranquilidad y seguridad: han hecho sus deberes y, además, está asegurado un crecimiento sostenible del dividendo en los próximos años.
Isaac Lopez
22/09/2025