En sus exposiciones ante distintos paneles internacionales, incluyendo el marco de la Semana de la Energía en América Latina de Siemens Energy, Bárcena ha enfatizado que “el sector energético renovable es un poderoso motor de crecimiento, generación de empleo e innovación. Se debe empezar por dar acceso a electricidad a 20 millones de latinoamericanos que aún no lo tienen”.
Es claro que Iberoamérica tiene todas las condiciones para convertirse en un verdadero hub global de energía renovable con gran potencial, además, en hidrógeno verde. Países como Argentina, Brasil, Chile, Perú, Bolivia, Costa Rica y México, tienen grandes posibilidades de desarrollar una industria del hidrógeno verde competitiva, de aprovechar y replicar las oportunidades y capacidades ya desarrolladas en otras regiones y, a la vez, dinamizar este recurso en los demás países de la región. Las matrices eléctricas actuales son relativamente limpias o están en vías de descarbonizarse, por lo que las oportunidades para profundizar estos cambios son cada vez más evidentes y disparan múltiples potencialidades que deben ser, sin duda, aprovechadas.
Es cierto que resulta crítico que el marco regulatorio y político esté a la altura de estos desafíos y ciertos escollos se solventen de forma rápida y efectiva. Para permitir un verdadero despegue de la industria energética renovable es clave formalizar al H2 (hidrógeno) en el marco político, institucional y legal, incluirlo en las agendas públicas y dar espacio y apoyar al sector privado. Además, es muy importante construir una verdadera agenda regional que aproveche las sinergias necesarias para aumentar la competitividad.
Es muy elocuente que, pese a la caída en los anuncios de inversión extranjera directa en el contexto de la pandemia por COVID-19, las energías renovables se hayan mantenido aún como el sector de mayor interés, alcanzando la cifra récord del 33% del monto total de inversiones para la región en 2020.
Bárcena indicó que con apenas una inversión anual del 1,33% del PIB regional, entre 2021 y 2032, equivalente a 114 dólares per cápita (cerca de 80.000 millones de dólares), y utilizando tecnología renovable (es decir, solar y eólica) en línea con las metas del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 7 sobre el acceso a energía asequible y limpia (ODS 7), se podrían cerrar las brechas de cobertura y llegar a una matriz eléctrica de la región con más del 86% de energías renovables”. Este proceso podría generar, además, cerca de 7 millones de empleos y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 30%.
Tanto las oportunidades como los posibles beneficios para la región son enormes. Por ello, los jugadores a nivel global se siguen organizando para tomar provecho de la situación e internacionalizar su capital y experiencia donde las oportunidades esperan. Un ejemplo de ello es el caso de la española Técnicos Consultores y su filial brasileña Solatio (el mayor promotor de proyectos solares en Iberoamérica). Con las nuevas plantas solares Brígida, Bom Nome y Belmonte, en el municipio de São José do Belmonte, en Pernambuco, la empresa ha creado el mayor parque de generación solar de Iberoamérica. Las inversiones alcanzaron los 3.000 millones de reales (más de 570 millones de dólares), y las obras generaron 2.500 empleos directos e indirectos.
Solatio ha sido la promotora de las plantas que suman una potencia instalada de 810 MWp. La planta de Brígida añadirá 80 MW de potencia al Sistema Interconectado Nacional (SIN), la de Bom Nome tendrá 130 MW y comenzará a funcionar en abril de 2022. Por su parte, la planta de Belmonte, de 600 MW de potencia, comenzaría a operar a partir del tercer trimestre de 2022. Entre 2019 y 2023, la empresa invertiría más de 20.000 millones de reales en plantas solares fotovoltaicas solo en Minas Gerais, mientras realiza, asimismo, inversiones en proyectos solares en los estados de São Paulo, Mato Grosso do Sul y Pernambuco.
En este punto, es importante destacar el acompañamiento institucional y político de Brasil, que ofrece grandes incentivos del gobierno federal a las fuentes de energía renovables por lo que espera inversiones de más de 100 mil millones de reales (19 mil millones de dólares) en la generación de energía solar (el 28% de todas las inversiones en el sector eléctrico en este período). La comprensión de esta oportunidad hizo que el Gobierno de Brasil eliminase todos los aranceles a la importación de equipos de energía solar, lo que ha permitido aumentar la competitividad de la fuente solar en Brasil, tanto para la generación centralizada como para la distribuida.
Este caso es apenas un ejemplo del potencial transnacional del sector energético renovable, que invita a todos los participantes de la cadena de producción, desde instaladores, técnicos y hasta financiadores, a jugar un rol relevante en el escenario que viene. Las ventajas de la internacionalización de las empresas de este sector y el enorme potencial de proyectos entre Iberoamérica y España nunca fue más claro.
Ramiro de Iturralde es socio director de la firma Escritorio Iturralde y experto en asesoría legal y financiera a empresas en procesos de internacionalización.
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