El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha adquirido 25.195 acciones de la petrolera, situando así su participación en el 0,013% del capital, según consta en los registros de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
En concreto, Imaz compró el pasado 31 de mayo este paquete de acciones, en dos operaciones distintas y a precios de 16,3 euros y 16,37 euros por títulos, respectivamente, con una inversión total de 411.028 euros.
La apuesta del primer ejecutivo por la petrolera se produce a las puertas de que el grupo presente mañana miércoles la actualización de su plan estratégico, que marcará la 'hoja de ruta' a 2020 y el camino a seguir por la petrolera tras su salida del capital de Gas Natural Fenosa y en un contexto marcado por la transición energética.
Con estas compras de acciones, Imaz se consolida como el segundo miembro del consejo con más títulos de la compañía, tan solo por detrás del presidente de la petrolera, Antonio Brufau, que posee una participación del 0,032%.
Desde finales de 2015, los títulos del grupo energético se han revalorizado en Bolsa más de un 60%. A las 16.56 horas, las acciones de Repsol cotizaban planas, a un precio de 16,455 euros.
NUEVO PLAN
El nuevo plan de Repsol pasará así página a uno anterior en el que el grupo fue capaz de compaginar la 'digestión' de la compra de la canadiense Talisman, con un plan de desinversiones y una estricta disciplina financiera que le llevaron a superar sus objetivos, así como de aprender a convivir en un entorno de bajos precios del petróleo, que ahora parece revertirse.
La compañía pilotada por Josu Jon Imaz se prepara así ahora para abordar cuál será su modelo de negocio en el futuro, para lo que cuenta con los 3.800 millones de euros obtenidos con la venta de su participación del 20% en Gas Natural Fenosa a CVC.
Los principales puntos de atención de este nuevo plan serán así sus objetivos a 2020 (capex, generación de caja o dividendos) y el uso de los fondos obtenidos con la venta de Gas Natural Fenosa.
Respecto al destino que dará al dinero ingresado por la venta de Gas Natural Fenosa, la compañía ha dejado claro que no tiene prisa por llevar a cabo ninguna adquisición en el corto plazo y ha señalado que, principalmente, estará orientado al crecimiento orgánico, aunque podría entrar también en nuevos negocios no regulados de gas.
En lo que respecta al dividendo, una vez que el grupo dejó atrás el gran problema que representaba la deuda y recibió el visto bueno de las agencias de calificación con la subida de su rating, se abre la puerta a una mejora de la retribución a sus accionistas.
En esta línea, Repsol ya incrementó hasta 0,9 euros por acción el dividendo con cargo a 2017 y aprobó una recompra del 100% de la parte distribuida en acciones para compensar el efecto dilutivo del 'scrip dividend'.
Por ello, no se descarta recuperar el nivel de un euro por acción que la petrolera abonaba antes de la compra de Talisman. En la pasada junta general de accionistas, el presidente de la compañía, Antonio Brufau, ya aseguró que el objetivo era "volver a ese camino" de una retribución de un euro por título comprometida en el pasado "lo más pronto posible".
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