El consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, ha asegurado que, la decisión de la compañía de no presentar ningún ERTE para sus plantillas, durante el inicio de la pandemia, "no fue fácil" y, tras "aguantar los momentos más difíciles por la paralización de la economía" sin necesidad de aplicar ningún expediente a sus trabajadores, se ha mostrado confiado en que "ahora, será más sencillo que antes" evitarlos.
Imaz se ha referido así, preguntado por los medios informativos, durante la presentación de los dos proyectos "punteros en materia de descarbonización" que Repsol construirá en Bizkaia, y acerca de la posibilidad de aplicar algún ERTE en la compañía.
En ese sentido, ha recordado que, "a mediados de marzo, y pese a que las ventas de combustible en las estaciones de servicio de la compañía cayeron entre un 75% y un 80%", Repsol "siempre tuvo claro desde ese primer momento, su intención de hacer todo el esfuerzo por mantener todo el empleo". Este objetivo, según ha apuntado, "no fue fácil, porque fue un momento duro, en un contexto de paralización de la economía que ha traído dolor, y del que ya estamos saliendo".
El consejero delegado de Repsol ha señalado que la empresa trató de "apostar por otras vías", como la exportación de productos a países todavía no afectados por la pandemia, pero que, tras caer las ventas hasta ese 80%, "todavía en mayo, el descenso en el consumo de combustibles en sus estaciones había caído en torno a un 38%".
Sin embargo, ha asegurado que Repsol "siempre" se ha guiado "por el objetivo de mantener el empleo". "Y si hemos conseguido aguantar en los momentos más duros, ahora, vamos a seguir haciéndolo, porque parece que ahora podría ser más sencillo que hace tres meses", ha indicado.
También en materia de empleo, y preguntado por el volumen de nuevos puestos de trabajo que pueden generar los dos nuevos proyectos, Imaz ha remarcado que estas dos plantas pioneras en la reducción de emisiones "son la vía para garantizar el resto de empleos ya existentes a futuro, de cara al horizonte sostenible fijado para 2030 y 2040, y para poder estar entonces preparados para afrontar ese cambio de modelo".
Para Imaz, en materia de empleo, "esta pandemia", que todavía persiste, "obliga y apela a mantener la apuesta por la transición energética de forma que sea compatible con el tejido industrial". En su opinión, para poder contribuir a la recuperación económica y mantener el empleo en la industria, es preciso "transformar el sector, porque esta crisis ha demostrado que la industria es más necesaria que nunca, también en Euskadi".
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