Investigadores del centro tecnológico Eurecat estudian cómo reducir el dióxido de carbono en el transporte mediante la sustitución de piezas metálicas por materiales compuestos con un peso cuatro veces inferior, lo que permitirá diseñar vehículos más aerodinámicos, ligeros y eficientes desde el punto de vista del consumo de combustible, ha informado el centro este viernes en un comunicado.
Los materiales compuestos o composites son una combinación de resina con fibras de refuerzo como la fibra de carbono o la fibra de vidrio con los que, utilizando un adecuado proceso productivo y una selección correcta de los componentes, es posible fabricar piezas de gran tamaño de formas complejas, ligeras y con altas prestaciones mecánicas para sectores tan competitivos como la automoción y la aeronáutica, entre otros.
En los últimos años ha habido un crecimiento exponencial de los composites de matriz polimérica y se espera doblar su consumo para 2020, pues su ligereza y resistencia ofrece "un gran interés en el transporte aéreo, ferroviario y naval, así como para el desarrollo del vehículo eléctrico, que necesita optimizar el peso para compensar la carga que supone la batería", destaca la directora de la Unidad de Composites de Eurecat, María Eugenia Rodríguez.
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