Irán aguarda la llegada esta semana de una delegación de empresarios e inversores petroleros estadounidenses que se reunirán con autoridades del país para negociar un contrato de suministro de crudo con la República Islámica, informaron fuentes oficiales.
El viceministro de Petróleo de Irán, Abás Sherí-Mogadam, indicó en declaraciones recogidas por la agencia iraní Mehr que este grupo tiene previsto realizar una ronda de negocios con la industria de los hidrocarburos del país, en donde habrá encuentros con ejecutivos de la industria petrolera, técnicos y directivos.
Desde que el pasado 2 de abril Irán y los países del Grupo 5+1 (EEUU, Francia, China, Rusia, Reino Unido y Alemania) anunciaran el haber alcanzado un principio de acuerdo sobre el programa nuclear iraní que incluiría el levantamiento de las sanciones económicas que pesan sobre el país, numerosas empresas petroleras de todo el mundo han expresado su intención de regresar al mercado iraní.
En este sentido, Sherí-Mogadam predijo que los proyectos de explotación de gas y petróleo iraníes atraerán un mayor interés de las grandes petroleras y refinerías estadounidenses en cuanto se levanten las sanciones contra el país, ya que éstas empresas no tienen ningún impedimento legal para invertir en la República Islámica.
El funcionario apuntó que ya hay empresas europeas que están negociando con Irán la inversión en sus proyectos petroquímicos.
Precisamente hoy agencias de prensa iraníes difundieron que la mayor compañía petrolera de Italia, ENI, mantuvo una reunión con el Ministerio de Petróleo iraní para el desarrollo conjunto de campos de hidrocarburos.
Además, esta misma semana arrancará en Teherán la 20 Muestra Internacional de la Industria Petrolera, en la que empresas de 30 países mostrarán sus últimos productos y servicios para este sector.
Irán posee el 10 % de las reservas probadas de petróleo del planeta y casi un 20 % de las reservas de gas natural, si bien su explotación se ha visto mermada por la falta de inversiones y por las sanciones internacionales que bloquearon el desarrollo de esta industria en el país.
Además de ENI, Total, de capital francés, la anglo-holandesa Shell y la rusa Lukoil son otras de las mayores empresas que han expresado su interés por entrar en Irán, sin contar con las empresas chinas e indias que ya están invirtiendo en el país.
Antes de la Revolución Islámica en 1979, numerosas empresas estadounidenses operaban en Irán, una situación que cambió drásticamente después de que ambos países rompieran sus relaciones.
Desde entonces apenas ha habido contactos ni políticos ni comerciales abiertos entre los dos países.
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