Con la esperanza puesta en un inminente levantamiento de las sanciones internacionales, el Ministro de Industria, Minas y Comercio de Irán, Mohammad Reza Nematzadeh, ha afirmado que su país está trabajando en la reconstrucción de sus principales industrias y de sus ligámenes comerciales con el exterior, prestando especial interés a los sectores del petróleo y del gas, los metales y el automóvil.
Por lo que respecta al primero de los sectores citados, Nematzadeh ha manifestado que en el horizonte 2020 Irán pretende desarrollar alrededor de una cincuentena de proyectos que supondrían unas inversiones cercanas a los 185.000 millones de dólares.
En esta línea y preparándose para futuras negociaciones, Irán tiene listo un nuevo modelo de contrato con el que confía suscitar el interés de las grandes petroleras extranjeras. De hecho, altos mandatarios del Gobierno de Teherán han hecho público que Irán ya ha alcanzado acuerdos con algunas petroleras europeas dispuestas a invertir de forma inmediata alrededor de 2.000 millones de dólares en el país.
Y por otra parte, resulta significativo que el Ministro de Asuntos Exteriores de Francia, Laurent Fabius, haya manifestado abiertamente que su país tiene un gran interés en restablecer relaciones con Irán y que con este fin visitará Teherán la última semana del mes de Julio. Una visita que sigue los pasos a la del Ministro de Economía de Alemania, Sigmar Gabriel, que fue el primer alto representante de un gobierno occidental en visitar Irán tras el acuerdo nuclear alcanzado en Viena a principios de este mes.
A fin de cuentas, nadie discute que la tarjeta de presentación de Irán en materia de hidrocarburos es impresionante. Según datos del Oil & Gas Journal, a principios del año en curso este país ocupaba el cuarto lugar en el ranking mundial de reservas probadas de petróleo, con unos 158.000 millones de barriles, cifra que supone casi el 10 % de las reservas mundiales y el 13% de las reservas de la OPEP, con la particularidad de que buena parte de dichas reservas, de buena calidad y con un coste relativamente bajo de extracción, fueron descubiertas antes de 1965, lo que nos da una idea del tremendo potencial exploratorio de Irán.
Por lo que se refiera al gas natural, según la fuente anteriormente citada y en la misma fecha, las reservas probadas del país ascienden a cerca de 34 billones (con doce ceros) de metros cúbicos, lo que coloca al país en el segundo puesto del ranking mundial, inmediatamente por detrás de Rusia. Dicha cifra representa el 17% de las reservas probadas globales y más de un tercio de las de la OPEP.
Y por lo que se refiere a su potencial tan solo hace falta subrayar que el porcentaje de éxito de la exploración de gas en Irán es del 79%, frente a una media mundial del 30-35%. De hecho, el descubrimiento de nuevas reservas de gas en Irán no constituye un objetivo prioritario para el país dado que la mayor parte de las reservas ya inventariadas están todavía por explotar.
Mariano Marzo es catedrático de Recursos Energéticos de la Universidad de Barcelona y miembro del Consejo Editorial del Periódico de la Energía.
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