A partir de 2030, los residentes de Israel y Dinamarca ya no podrán comprar automóviles alimentados con gasolina o diésel, según han anunciado los gobiernos de ambos países. A partir de esa fecha solo habrá disponibles coches eléctricos (EV). En ambos casos, la medida forma parte de planes más amplios que pretenden alejar a ambos países de una dependencia de la gasolina, el diésel y el carbón.
El plan israelí, anunciado por el ministro de energía, Yuval Steinitz, incluirá reducciones de impuestos para los autos eléctricos vendidos en Israel, que el gobierno espera que conduzcan a vehículos eléctricos más asequibles para los israelíes. La medida se suma a los planes de infraestructura de carga que el gobierno israelí ya está llevando a cabo. “Ya estamos apoyando la financiación de más de 2.000 estaciones de carga en todo el país”, dijo Steinitz a Reuters.
En Israel había aproximadamente 2,8 millones de vehículos de propiedad privada en la carretera en 2016, según las estadísticas publicadas por el gobierno israelí. De ellos, solo unas pocas docenas son eléctricos.
El ministro de energía dice que el punto de inflexión para aumentar el consumo de EV será de aproximadamente 177.000, o alrededor del 6% de coches eléctricos en la carretera. A partir de ahí, se espera que las cifras aumenten hasta 1,5 millones de EV en la carretera para el 2030. Después de esa fecha, será eléctrico salvo que conduzca un autobús o un camión, que aún tendrán la opción de funcionar con gas natural comprimido. “A partir de 2030 no permitiremos más la importación de automóviles a diésel o gasolina a Israel”, dijo Steinitz.
Dinamarca
El anuncio realizado por Dinamarca sigue más o menos los compromisos de Israel, con una prohibición a partir de 2030 de coches con motores de combustión interna (ICE), que se complementará con reducciones de impuestos para los autos eléctricos vendidos allí. En un discurso ante el parlamento, el primer ministro danés, Lars Løkke Rasmussen, dijo que “los coches diésel y de gasolina … deben ser el pasado”, e incluso sugirió que los híbridos también se eliminarán para el 2035.
“En solo 12 años, prohibiremos la venta de nuevos autos a diésel y gasolina. Y en 17 años, cada auto nuevo en Dinamarca debe ser un automóvil eléctrico u otra forma de auto con cero emisiones”, dijo. Y, al igual que Israel, el gobierno también ha anunciado planes para diferir o disminuir los impuestos a los vehículos eléctricos, al tiempo que aumentarán las ayudas para que comprarlos sea más asequible.
Como señala Bloomberg, este movimiento marca un giro total del gobierno de Rasmussen, que recientemente había eliminado el esquema de incentivos a los EV: un movimiento que hizo que las ventas de EV en Dinamarca pasaran de 4.762 en 2015, a 1.438 en 2016, y a 913 en 2017. “Estoy convencido de que muchos daneses quieren conducir un automóvil ecológico si es asequible”, dijo el ministro de impuestos, Karsten Lauritzen, en un comunicado. “Así que queremos apoyar ese desarrollo”.
Dinamarca también tiene como objetivo hacer que su sector eléctrico esté 100 por ciento libre de combustibles fósiles para 2050, en línea, como sucedería, con el último informe de clima del IPCC.