Este martes, la portavoz de la Junta de Extremadura, Victoria Bazaga, expresó el respaldo y solidaridad del Ejecutivo autonómico a la movilización llevada a cabo por los municipios del entorno de la Central Nuclear de Almaraz (CNA) contra su cierre.
En la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno, Bazaga subrayó que la Junta mantiene una postura firme respecto a la continuidad de la central. “Proclamamos que la central tiene que seguir”, enfatizó, recordando que esta posición está siendo liderada por la presidenta de la Junta, María Guardiola, debido a la relevancia de la planta tanto para Extremadura como para el conjunto de España.
Concentración de alcaldes y ediles
Una treintena de alcaldes y concejales del entorno de la CNA se congregaron este martes a las puertas de la planta para manifestar su petición de ampliar la vida útil de la instalación. Según señalaron, esta demanda está desvinculada de cualquier ideología política y busca garantizar el futuro del Campo Arañuelo, así como el progreso económico de la región.
Los participantes en la movilización hicieron hincapié en la importancia estratégica de la central para la economía local y regional, destacando su papel en la generación de empleo y el desarrollo del entorno.
Posición del delegado del Gobierno
Por su parte, el delegado del Gobierno en Extremadura, José Luis Quintana, se refirió a la manifestación durante un acto con las Comunidades de Regantes del Valle del Jerte en Cáceres. Quintana expresó su respeto hacia las movilizaciones de los alcaldes y vecinos, subrayando que estas forman parte del ejercicio democrático.
No obstante, recordó que el futuro de la planta depende de las decisiones de las empresas propietarias. “Aquí hay un pacto firmado por las empresas en 2019, que acordaron un cierre progresivo junto con el Gobierno”, explicó Quintana. En este sentido, puntualizó que las empresas tienen la libertad de solicitar una revisión de dicho acuerdo si así lo desean, y que dicha solicitud sería evaluada en su momento.
“Hasta ahora, ninguna empresa ha manifestado su intención de continuar más allá de lo pactado”, recalcó, aludiendo a la necesidad de que cualquier decisión en este sentido parta del sector privado.
La continuidad de la Central Nuclear de Almaraz ha generado un amplio debate en Extremadura, no solo por su impacto económico, sino también por las implicaciones energéticas y ambientales para España. Mientras los municipios del entorno defienden su permanencia como clave para el desarrollo del Campo Arañuelo, el Gobierno recuerda los acuerdos alcanzados en 2019 y deja en manos de las empresas cualquier posible cambio de rumbo.
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