Kazajistán puso en marcha este miércoles la planta eléctrica solar "SES Saran", con una potencia de 100 megavatios, que la convierte en la mayor de toda Asia Central.
La planta, situada en las afueras de la ciudad de Saran, provincia de Karagandá, dispone de 307.000 paneles solares desplegados en una superficie de 164 hectáreas.
El ministro de Energía, Kanat Bozumbáyev, dijo que el Gobierno kazajo se enfrenta a la tarea de elevar la parte de energía alternativa en Kazajistán hasta el 3 % para 2020, al 10 % para 2030 y al 50 % para 2050.
"En Kazajistán han sido construidas y operan 60 instalaciones de energía renovable con una capacidad total de 531 megavatios", señaló.
Hasta 2020 se pondrán en marcha otras 50 instalaciones de energía renovable con una capacidad total de 2.353 megavatios, añadió el ministro.
El responsable del Ejecutivo ("akim") de la provincia de Karagandá, Erlan Koshanov, recordó que el proyecto, que supuso inversiones privadas por 137 millones de dólares, fue presentado en la EXPO-2017, celebrada en Astaná, y recibió el respaldo de numerosos expertos internacionales.
Indicó que la ejecución de la obra requirió modificaciones legislativas, así como elaboración de mecanismos para el retorno de las inversiones, que "pueden servir de modelo para replicar el proyecto a lo largo y ancho de Kazajistán".
La financiación del proyecto estuvo a cargo de un grupo internacional de inversores, con la participación de Alemania, la República Checa y Eslovenia.
El presidente de la compañía alemana Goldbeck Solar, Joachim Goldbeck, dijo que la instalación de la planta solar fue posible gracias al apoyo de Kazajistán a la obra.
Para la construcción de la planta, con una plantilla de 20 operarios, se crearon 400 puestos de trabajo.
La planta solar de Saran, donde residen poco más de 40.000 habitantes, generará energía eléctrica para satisfacer las necesidades de unas diez ciudades de similar tamaño.
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