La Agencia Internacional de la Energía (AIE) ha avisado este martes en Londres de que el sistema de suministro eléctrico en Europa afrontará una grave crisis si no se introducen reformas y se impulsa una inversión de dos billones de dólares para 2035.
La AIE ha presentado un informe en el que señala que en ese periodo es necesaria una inversión global de 48 billones de dólares para cubrir las necesidades energéticas del planeta, 40 billones destinados a suministro -obtención y refinado de combustible fósil, generación de electricidad con bajo carbono, renovables o nuclear- y el resto a eficiencia.
Suministro obsoleto
En el caso europeo, la necesidad de inversión más apremiante es para garantizar el suministro eléctrico, que se considera obsoleto, poco eficiente y al borde del colapso.
“Es indispensable que el actual sistema eléctrico se rediseñe o veremos cómo las luces se apagan, y no es una broma”, declaró el economista jefe de la agencia, Fatih Birol.
En su informe, la AIE señala que Europa necesita esos dos billones de dólares de inversión y asegurar la expansión de la generación de electricidad con bajo carbono así como un aumento, de aquí a 2025, de su capacidad térmica -para garantizar la constancia de las fuentes de energía renovables- por valor de 100 gigavatios.
Birol señaló que, a pesar de la preocupación de los gobiernos y los consumidores por el encarecimiento de las tarifas eléctricas, “lo cierto es que el precio al por mayor de la electricidad en Europa es en la actualidad demasiado bajo”.
Esa infravaloración “de más de un 20 %”, que da poca rentabilidad a los inversores, hace difícil “incentivar la inversión necesaria en las nuevas plantas térmicas”, señaló.
“Si persiste esta situación, la fiabilidad del suministro eléctrico europeo estará en riesgo”, insistió el experto.
Financiación y eficiencia
Para atraer financiación, la AIE considera que Europa debe ofrecer un mercado más atractivo para los inversores -permitirles ganar más dinero-, lo que potencialmente implica precios más altos para el consumidor.
No obstante, agrega, “hay margen para aplicar un marco normativo que combine un compromiso continuado con la descarbonización con facturas de importación más bajas y que contenga el impacto para los consumidores”.
Según Birol, la Unión Europea podría mejorar el control de la demanda con contadores y hacer más eficientes las conexiones eléctricas entre los países.
En su informe, la AIE indica que el mundo necesitará en torno a dos billones de dólares de inversión anuales para asegurar el suministro de energía tanto fósil como renovable de aquí a 2035, más otros 550.000 millones de dólares en medidas de eficiencia.