Peter Terium, presidente de RWE, está satisfecho con los resultados.
La compañía eléctrica alemana RWE obtuvo un beneficio neto atribuido de 1.704 millones de euros al cierre de 2014, frente a las pérdidas de 2.757 millones en el año anterior, informó la empresa.
RWE, que aplica un programa de ahorro, afronta la crisis de las centrales eléctricas de generación convencional, que no son rentables por el auge de la electricidad procedente de fuentes renovables y la caída de los precios en el mercado mayorista.
La cifra de negocio de RWE se situó en 48.468 millones de euros, un 7,5% por debajo del dato del año precedente, después de que el volumen de gas comercializado bajase un 12,3% y el de electricidad un 4,7%.Los bajos precios en el mercado de electricidad mayorista y el suave invierno afectaron al resultado de RWE en 2014, según la empresa.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) de la 'utility' germana registró en 2014 un deterioro del 9,8% en comparación con el año anterior, hasta los 7.131 millones de euros.
Por su parte, la deuda neta de RWE al cierre del ejercicio ascendía a 31.010 millones de euros, un 0,9% por encima del nivel de 2013.
"Logramos nuestros objetivos con más rapidez y mejor de lo esperado", ha dicho el consejero delegado de RWE, Peter Terium. "La crisis en la generación convencional de electricidad continua. Pese a esto, nos centraremos una vez más en las oportunidades de crecimiento en el futuro, pero sin perder de vista la necesidad de una disciplina fiscal estricta", ha añadido Terium.
La dirección de la compañía propondrá en la próxima junta general de accionistas a finales de abril el pago de un dividendo de un euro por acción, por lo que se mantiene estable.
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