La compañía Water Global Access (WGA) ha desarrollado una nueva tecnología de desalinización por inyección hidráulica (HID, por sus siglas en inglés Hydraulic Injection Desalination) llamada a revolucionar el acceso global al agua potable.
WGA hizo una presentación de su tecnología, en fase preliminar, en la COP 25 de Madrid a finales de 2019. A día de hoy, WGA ha completado con éxito el proceso de patentes y una extensa batería de pruebas con dispositivos industriales. Los dispositivos HID desalinizan agua de mar (salinidad de 35g/l) con unas necesidades específicas de energía de 1kWh/m3, valor cercano al consumo energético mínimo impuesto por la termodinámica, por lo que es físicamente imposible desalinizar con un gasto de energía menor. Los sistemas industriales más avanzados de desalinización disponibles hoy en día requieren de un consumo superior a los 2,5kWh/m .
Aparte del bajo consumo energético, el HID tiene la gran ventaja de que el agua no precisa pretratamiento mediante productos químicos, con el consiguiente beneficio tanto en términos medioambientales como de coste. El método HID retorna al mar los restos de agua salada sin toxicidad para el medioambiente, superando los problemas de efluentes tóxicos a los que se enfrentan las actuales plantas de desalinización.
WGA ha cerrado un acuerdo estratégico con la consultora de negocios TELAM para acelerar la implementación mundial a escala industrial de esta tecnología. Esta implementación se iniciará en septiembre mediante un procedimiento de concurrencia competitiva con los principales actores globales del sector del agua.
El CEO de TELAM, Jaime Malet, que también es presidente de la Cámara de Comercio de EE.UU. en España, ha señalado que “esta tecnología podría hacer realidad uno de los objetivos de sostenibilidad de la ONU para el año 2030: el acceso universal al agua potable a un precio asequible y de forma respetuosa con el medio ambiente”.
Por su parte, el co-fundador de WGA, Eusebi Nomen, ha señalado que la tecnología HID ha completado con éxito sus fases de I+D y está ya preparada para su implementación a gran escala, “siendo la única tecnología conocida capaz de dar respuesta al déficit de más 2.500 millones de m3 diarios de agua potable previsto para el 2030 al que tendrá que enfrentarse la población mundial”.
También se están identificando las localizaciones más adecuadas para instalar los centros de pruebas de las distintas versiones de la tecnología HID, que incluyen desde unidades de pequeño formato alimentadas con energías renovables para poblaciones remotas (una solución que cambiará la vida a más de 500 millones de personas); hasta plantas de desalinización para grandes urbes y zonas agrícolas, con impacto en miles de millones de ciudadanos.