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La aragonesa Iasol desarrolla muros cortavientos de polietileno para minimizar los riesgos por viento en parques fotovoltaicos

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Actualmente, la instalación de seguidores monofila con dos paneles en vertical es una de las configuraciones más comunes para nuevas plantas fotovoltaicas. Permite optimizar el espacio disponible y minimizar las pérdidas por sombreados cercanos. Sin embargo, uno de los principales enemigos que enfrenta este tipo de implantaciones, es el peligro ocasionado sobre la propia estructura, debido a las fuertes rachas de viento, muchas veces incrementado por la propia orografía del emplazamiento del parque.

La empresa aragonesa Iasol ha desarrollado e implantado una novedosa solución técnica que permite reducir al mínimo el riesgo asociado a las fuertes rachas de viento, sin apenas disminuir la eficiencia de generación de la planta fotovoltaica y con un impacto apenas significativo en el coste total de la instalación.

Iasol, con más de 170 MW instalados a lo largo de sus 15 años de existencia, ha adaptado por primera vez un sistema utilizado habitualmente en el campo de la agricultura, para frenar el impacto provocado por los fuertes vientos que se originan en el emplazamiento de su último parque fotovoltaico.

La planta fotovoltaica “El Marqués” de 12,5 MWp ha sido la primera en implementar ésta nueva tecnología, utilizando para ello una malla de polietileno de alta densidad y elevada resistencia mecánica que ejerce un efecto pantalla sobre las zonas del parque donde los vientos predominantes del noroeste son susceptibles de provocar daños estructurales.

Previamente a la instalación de los muros paravientos, se llevó a cabo un análisis del campo de velocidades en las distintas zonas del parque. Utilizando herramientas de fluidodinámica computacional fue posible determinar las distintas componentes del viento y su intensidad. Los resultados de este análisis permitieron definir las características físicas del muro y sus dimensiones, de manera que en las zonas más problemáticas la pantalla alcanza una altura total de 4 metros.

Se utilizó una malla con un diámetro de hilo de 320 micras y una porosidad del 50%, limitando la sombra de hilo sobre la superficie a menos del 7%. Considerando las presiones máximas originadas por las fuerzas del viento y las dimensiones de la malla, se llevó a cabo el cálculo estructural y el dimensionamiento de las zapatas de hormigón, para soportar el muro paravientos. Finalmente, la optimización de la barrera de protección que rodea el parque fotovoltaico “El Marqués” en las zonas más expuestas, limitó su longitud a 750 metros, menos del 30% del perímetro del parque.

Una vez vistos los buenos resultados obtenidos con el muro paravientos, Iasol pretende replicar este estudio en los dos próximos parques fotovoltaicos que va a construir este año, de manera que se pueda minimizar de manera sistemática los riesgos originados por fuertes vientos.

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Un comentario

  • Miguel

    11/09/2020

    Imagino que hayan hecho cálculos de la perdida de generación debido a las sombras de los cortavientos. Es bastante probable que lo más eficiente y práctico sea poner los paneles en horizontal dependiendo de la velocidad del viento, o mejorar el sistema del muro cortavientos para que no genere sobras.

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