Mientras ha durado el periodo en el que Cristian Lay disponía de un contrato de negociación en exclusividad para comprar GES (Global Energy Services), hasta el viernes 30 de septiembre, había cuatro condiciones que debían solucionarse: el resultado de la due diligence, el acuerdo con los sindicatos sobre los EREs y los ERTEs, el acuerdo con Gamesa para negociar la subrogación de los trabajadores de mantenimiento de los parques eólicos y el acuerdo con la banca acreedora.
En el caso de la due diligence, es decir el proceso de investigación que ha realizado Cristian Lay sobre el estado del pasivo y del activo de GES y las posibilidades y perspectivas de futuro del negocio, ha sido satisfactorio, "incluso se han ido a México para comprobar si podían mantener a los clientes que la compañía ya tenía", explican a este diario fuentes conocedoras.
La otra condición era la de llegar a un acuerdo con los sindicatos, y éstos han mostrado su clara voluntad para llegar a acuerdos justos, pero "hasta que no se materialice la compra, no se podrán negociar los EREs y ERTEs en la plantilla", añaden. CCOO, por su parte, siempre ha afirmado que "el concurso de acreedores es la peor solución para los trabajadores porque supondría la perdida total de empleos no asociados al mantenimiento, el impago de salarios y de indemnizaciones teniendo que recurrir al FOGASA".
Vinculado a este capítulo, también están los acuerdos con Gamesa y las otras compañías que tienen contratado el mantenimiento de sus parques eólicos con GES. La 'sucesión de empresas', el término legal utilizado para el cambio de empresa contratada por las propietarias de los parques eólicos para el mantenimiento, junto a la subrogación del contrato de los trabajadores también marchan por buen camino. "Aunque existen tensiones en algunos parques, ya hay un compromiso para ordenar el proceso de sucesión de empresas en operación y mantenimiento asociado a Gamesa", señalan, "no olvidemos que el 60% de sus operarios están subcontratados para los parques eólicos de esta compañía".
"La compra de GES está prácticamente atada", explican a este diario las fuentes, "pero falta que se cumpla la última condición del grupo industrial: que los bancos acuerden la quita de la deuda, un asunto que no está aún decidido". Los cuatro principales acreedores de la empresa vasca son BBVA, con la que GES tiene una deuda de 60 millones, Banco Sabadell (24 millones),Santander (10 millones) y Bankinter (nueve millones), según ElConfidencial, y la propuesta es reducir una parte importante de la deuda, "aunque no se habla del 100%". Y aquí está el escollo, porque la banca se resiste a llegar a un acuerdo. "Tendrán que decidir si prefieren perder un poco o todo lo que les debe GES, porque tras el concurso de acreedores no van a conseguir prácticamente nada", advierten.
"Cristian Lay quiere comprar GES, está haciendo grandes esfuerzos por llegar a un acuerdo que satisfaga a todas las partes, y es preferible que la compra la realice un grupo industrial que un socio financiero, visto lo visto", concluyen.
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