La pronunciada caída de los precios del petróleo, que en las últimas semanas ha marcado sus niveles más bajos desde 2004, ha puesto en jaque a los Estados del golfo Pérsico, en los que, en su conjunto, los beneficios por la venta del petróleo representan la mitad del producto interior bruto (PIB).
"Antes de la caída de los precios del petróleo había unas previsiones de crecimiento de entre el 3,5% y el 4%, pero tras la crisis, en Arabia Saudí, por ejemplo, esta proyección ha caído al 1%", dijo a Efe Mohamed Ali Yasin, director jefe de gestión del Banco Nacional de Abu Dabi.
Aunque existe cierto optimismo sobre la temporalidad del descenso de los precios, expertos como la investigadora del Centro Futuro de Estudios e Investigación Avanzada en Abu Dabi Randa Abás, advierten de que también existe "un escenario pesimista" que apunta a que la caída de los precios será permanente.
Las opiniones de los expertos consulados por Efe coinciden en que esta crisis forzará un cambio estructural y de largo recorrido en esas economías que dependen del petróleo como su principal fuente de ingresos.
Para Theodore Karasik, consejero en la fundación Gulf State Analytics, los países del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) deberán tomar medidas estructurales más allá de las aplicadas recientemente, como la supresión de subsidios a los productos energéticos o al agua o la suspensión de proyectos de construcción e infraestructuras.
Karasik explicó que, además, como consecuencia de la crisis se han registrado oleadas "lentas pero amplias" de despidos de trabajadores extranjeros en varias empresas, así como una desaceleración industrial.
Por su parte, Yasín indicó que los bajos precios del petróleo también han afectado a varios servicios y productos, como los alimenticios, lo que, según él "pone en un compromiso a las empresas y a distintos sectores para soportar las subidas, lo que podría tener un efecto a lago plazo en el que los gastos no compensen los ingresos".
Yasín prevé que una de las medidas estructurales que deberán introducir los países del CCG (Catar, Omán, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Omán, Baréin y Kuwait) será el aumento de los impuestos en los próximos dos años.
Este analista comentó que en Emiratos, donde todavía no hay un impuesto sobre el valor añadido, ya han aparecido cargas impositivas sobre el sector hotelero, y agregó que el país está avanzando hacia la creación de un sistema de impuestos.
Tanto Yasín como Karasik no esperan que el barril de crudo, actualmente en torno a los 35 dólares, recupere el valor de 60 dólares hasta 2017.
Sin embargo, el consejero de Gulf State Analytics advierte de que si estas expectativas no se cumplieran, los países del CCG, que según él ya sufren "una crisis económica regional sin precedente", se enfrentarían a un "verdadero problema".
Los expertos señalaron como las principales causas de esta crisis, además de la dependencia de estas economía en el "oro negro", el hecho de que Arabia Saudí se haya negado a reducir la producción para, según Karasik, "enviar mensajes políticos a Estados Unidos, Rusia e Irán". Una política que el experto calificó de "suicida".
Por su parte, Abas también mencionó como otro factor importante la reducción de la actividad industrial en China, que se ha traducido en una menor demanda de crudo.
Los Estados del CCG tienen las reservas más grandes del mundo de petróleo, calculadas en 486,8 mil millones de barriles, equivalentes al 35,7% del total de las reservas mundiales y el 70% del total de las de los países de la OPEP.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) calculó un superávit presupuestario para dichos países de 76.000 millones de dólares en 2014, pero esta previsión se transformó en un déficit de 113.000 millones de dólares en 2015.
Abás señaló que el mayor déficit en 2015 se registró en Arabia Saudí y alcanzó casi un 15 por ciento del PIB, mientras Catar fue el único país del CCG que consiguió un superávit de 1,8 por ciento.
Para la analista, junto a los cambios estructurales como la introducción de impuestos que garanticen a los estados la obtención de ingresos, la mejor vía para afrontar esta crisis es la diversificación de las economías, en lugar de apoyarse únicamente en los hidrocarburos.
Información realizada por Mahmud Suleiman, de la Agencia EFE
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