Francia está acelerando su transición hacia la energía limpia, impulsada por la expansión de la energía eólica y solar, la modernización de la energía hidroeléctrica y un sólido respaldo de las políticas gubernamentales. Se prevé que la capacidad acumulada de energía renovable del país alcance los 163,1 GW para 2035, frente a los 59,1 GW en 2024, lo que representa una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 9,7 % durante el período 2024–2035, según GlobalData.
El informe más reciente de GlobalData, “Tendencias y análisis del mercado eléctrico de Francia por capacidad, generación, transmisión, distribución, regulación, actores clave y previsiones hasta 2035”, revela que la energía eólica y solar seguirán siendo los principales motores del desarrollo de las energías renovables en el país.
Solar y eólica tiran del carro
La capacidad eólica terrestre se prevé que aumente de 22,9 GW en 2024 a 36 GW en 2035, mientras que la eólica marina crecerá rápidamente de 1,5 GW a 10,7 GW, impulsada por proyectos a gran escala en Normandía y Bretaña, apoyados mediante subastas de Contratos por Diferencia (CfD) y la estrategia gubernamental de aceleración de la energía eólica marina.
La energía solar fotovoltaica (PV) también experimentará una fuerte expansión, pasando de 30,5 GW en 2024 a 111,2 GW en 2035, gracias a programas de instalaciones en tejados, proyectos agrivoltaicos y comunidades energéticas regionales. La bioenergía y la pequeña hidroeléctrica seguirán contribuyendo a la diversificación renovable, respaldadas por la Estrategia Nacional de Energía Hidroeléctrica, que promueve la modernización y la mejora de la flexibilidad en las instalaciones existentes.
Mohammed Ziauddin, analista de energía de GlobalData, comenta: “Aunque la energía nuclear continúa siendo la piedra angular del sistema eléctrico bajo en carbono de Francia, el crecimiento de capacidad durante el período de previsión será limitado, aumentando solo de 61,4 GW en 2024 a 63 GW en 2035. El programa Grand Carénage, destinado a extender la vida útil de los reactores, junto con los planes para seis nuevos reactores EPR2, garantizarán la seguridad energética a largo plazo junto con la expansión de las renovables”.
El Plan Nacional de Energía y Clima actualizado (PNEC 2024) y el Plan Plurianual de Energía (PPE) de Francia proporcionan un marco claro para acelerar el despliegue de energías limpias. Medidas políticas como el cambio de tarifas reguladas de compra a Contratos por Diferencia (CfD), la Estrategia Nacional del Hidrógeno respaldada con 7.000 millones de euros (8.300 millones de dólares) en financiación, y las mejoras en la red eléctrica lideradas por RTE, están reforzando la confianza de los inversores y la flexibilidad del sistema.
Sin embargo, el sector eléctrico del país sigue enfrentando desafíos estructurales, como los retrasos en los permisos, la oposición local a la energía eólica terrestre y los cuellos de botella en la red en regiones ricas en recursos renovables como Occitania y Nueva Aquitania. Los niveles de restricción de generación han aumentado, lo que refleja la necesidad de un desarrollo de infraestructura más rápido y una mejor coordinación entre la expansión de la red y el despliegue renovable.
“La creciente capacidad renovable de Francia, respaldada por una sólida alineación política, la expansión de la eólica marina y la modernización de la red, marca un paso clave en el fortalecimiento de su resiliencia energética y su trayectoria baja en carbono. Con la estabilidad nuclear complementada por el rápido crecimiento de las renovables, el país está bien posicionado para mantener la fiabilidad del sistema y continuar su avance hacia un futuro energético descarbonizado”, concluye Zia.
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