Renovables  ·  LATAM

La capacidad energética de Argentina aumentará hasta los 61,8 GW en 2035

Según las previsiones de GlobalData, la tasa de crecimeinto anual para el periodo 2024-2035 será del 2,8%

Ningún comentario

Argentina ha estado lidiando con importantes cortes de energía en los últimos años, lo que ha obligado al Gobierno a centrarse en aumentar la capacidad instalada del país mediante el desarrollo de la energía hidroeléctrica, la energía nuclear y las energías renovables. En este contexto, se prevé que la capacidad energética acumulada del país alcance los 61,8 GW en 2035, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) del 2,8 % durante el periodo 2024-2035, según GlobalData, una empresa líder en datos y análisis.

Argentina refuerza su posición como gran proveedor regional de gas y aspira a jugar un papel destacado en el mercado mundial de GNL
Los recursos no convencionales impulsarán la transformación energética de Argentina, según Wood Mackenzie.

El último informe de GlobalData, “Perspectivas del mercado energético argentino hasta 2035, actualización 2025: tendencias del mercado, normativa y panorama competitivo”, revela que el sector de la generación de energía en Argentina se caracteriza por unos equipos obsoletos e ineficientes, lo que reduce significativamente la capacidad real disponible en comparación con la capacidad instalada. En consecuencia, el margen entre la oferta y la demanda máxima es mínimo, lo que a menudo provoca escasez de suministro. Normalmente, esta brecha se gestiona mediante restricciones de consumo impuestas por el Gobierno; sin embargo, la falta de tales medidas en otros momentos obliga a importar electricidad adicional.

Attaurrahman Ojindaram Saibasan, analista senior de energía de GlobalData, comenta: "La dependencia del gas natural boliviano representa una vulnerabilidad significativa para Argentina. La disminución de la producción boliviana ha provocado una reducción de las exportaciones, lo que ha supuesto una carga para el suministro energético de Argentina. El consiguiente aumento de los costes de importación de combustible agrava el déficit comercial y la inflación de Argentina, lo que contribuye a la devaluación de la moneda y al aumento de los gastos energéticos".

“Además, ocasionalmente surgen tensiones energéticas entre Brasil y Argentina, derivadas de las limitaciones en la transmisión de energía y de las disputas sobre la utilización de los recursos hidroeléctricos durante los periodos de sequía”.

En lo que respecta a la energía nuclear, el país está avanzando en el desarrollo de su primer prototipo de reactor nuclear de diseño propio, el CAREM25. La Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) recibió la autorización para el uso del emplazamiento y la construcción de la Autoridad Reguladora Nuclear Argentina (ARN) en septiembre de 2013, y el vertido del primer hormigón se produjo en febrero de 2014, con la puesta en marcha del primer reactor prevista para 2030.

Pero el principal foco de atención se centra en la energía hidroeléctrica y las energías renovables. Desde su creación en 2016, las subastas RenovAr han establecido acuerdos de compra de energía (PPA) competitivos y a largo plazo para proyectos eólicos, solares y de pequeñas centrales hidroeléctricas a escala industrial. El mecanismo MATER, más reciente, permite a las empresas compradoras firmar PPA directamente. Estas iniciativas garantizan flujos de ingresos estables, mitigan los riesgos de los proyectos y han catalizado el desarrollo de casi 6 GW de nueva capacidad de energía renovable desde su lanzamiento.

Saibasan añade: «Históricamente, las finanzas de las empresas de servicios públicos se han visto lastradas por congelaciones periódicas y subvenciones generales, lo que ha provocado una distorsión de las señales de precios. En respuesta a ello, los sucesivos gobiernos han puesto en marcha programas específicos de reducción de subvenciones. Estos programas están pasando progresivamente a ser ayudas sujetas a condiciones de recursos y tarifas que reflejan los costes, con el fin de mejorar la viabilidad financiera, atraer la inversión privada y desincentivar el consumo excesivo».

Para integrar mejor las fuentes de energía renovable dispersas y mejorar la resiliencia del sistema, los reguladores han dado prioridad a la construcción de nuevas líneas de transmisión de alta tensión. También han reforzado las interconexiones regionales con Brasil, Uruguay y Chile, y han impuesto la planificación de la «preparación de la red» en las nuevas licencias de generación.

Saibasan concluye: «La Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico Sociedad Anónima (CAMMESA) está trabajando para mejorar la armonización de las políticas con el fin de impulsar la expansión de la capacidad eléctrica. Las normas de despacho por orden de mérito, los mecanismos de fijación de precios del mercado al contado y los diseños de pago por capacidad de CAMMESA evolucionan a través de decretos reglamentarios. Estos elementos determinan qué tecnologías operan y cuándo, cómo se fijan los precios de los riesgos asociados a la escasez de capacidad y, en última instancia, influyen en las decisiones de inversión en activos térmicos, hidroeléctricos, nucleares y renovables.

En conjunto, estos impulsores políticos sientan las bases financieras, normativas y técnicas que rigen la dinámica del mercado eléctrico argentino. Orientan las decisiones sobre quién construye qué y dónde, así como los costes asociados, al tiempo que equilibran los objetivos de asequibilidad, fiabilidad y descarbonización. Se espera que esto impulse la capacidad renovable».

Noticias relacionadas

No hay comentarios

Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Todos los campos son obligatorios

Este sitio web está protegido por reCAPTCHA y la Política de privacidad y Términos de servicio de Google aplican.