El pasado 2 de diciembre la central nuclear de Vandellós II sufrió una avería con el "disparo del interruptor BIV1 por fusión del fusible e7", que alimentaba a la cabina A14 del sistema de protección del reactor, que dejó inoperables dos trenes del sistema de evacuación del calor residual (RHR), es decir, se perdió el sistema de extracción del calor residual del núcleo.
El incidente (NOTA INFORMATIVA SOBRE SUCESO EN C.N. VANDELLÓS II 02/12/2016), que dejó durante cinco minutos al núcleo sin refrigeración y provocó un aumento de la temperatura de unos cuatro grados, se remitió al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y posteriormente se normalizó la alimentación eléctrica y el funcionamiento de la central.
Una avería de extremadamente baja peligrosidad que no tendría la mayor relevancia si 14 días después, el 16 de diciembre, durante la parada de la central por recarga de combustible, no se hubiera tenido de nuevo la misma avería (NOTA INFORMATIVA SOBRE SUCESO EN C.N. VANDELLÓS II 16/12/2016). "No es normal que falle tanto, de los últimos informes notificables del CSN, la mayoría provienen de la central nuclear de Vandellós", explican fuentes cercanas al organismo, "esto demuestra una bajada de la guardia del Consejo que no está persiguiendo como debiera los hallazgos. Y en el caso de este incidente aunque hay bajas probabilidades de que se traduzca en un accidente, todo accidente en el ámbito nuclear que sigue progresando puede terminar en la fusión del núcleo, lo que provocaría escapes radiactivos".
"En ambas ocasiones, el incidente finalizó porque pudo arrancarse el sistema manualmente. En caso contrario, el agua de la cavidad del reactor podría haber llegado a ebullición en varias horas, que además coincidía que el combustible estaba muy caliente porque era una parada de recarga", añaden, "lo grave del incidente es que el titular no atajó las causas y por eso se repitió por dos veces y el CSN no quiso darle importancia, por lo que no pudo impedir que volviera a ocurrir".
En ambos casos, los inspectores notificaron al CSN que "el suceso no ha tenido impacto alguno en la seguridad de los trabajadores, ni en los miembros del público, tampoco ha supuesto ninguna liberación de actividad al medio ambiente".
Informe de suceso notificable al CSN 12/12/2016
Informe de suceso notificable al CSN 16/12/2016
La misma conclusión que otro nuevo incidente la semana pasada, cuando el Consejo notificó que en Vandellós se había producido un fallo en el indicador de uno de los transmisores de presión en el panel de parada remota. La incidencia, ya corregida, se analizó y se pudo comprobar que empezó cuando la planta entró en modo 3 (disponible caliente), poco antes de su sincronización a la red tras concluir su reciente 21 Recarga de Combustible.
El suceso se clasificó provisionalmente con nivel 0 en la Escala Internacional de Sucesos Nucleares y Radiológicos (INES).
La notificación de sucesos en las centrales nucleares es una práctica generalizada y viene determinada por la Instrucción IS-10 del Consejo de Seguridad Nuclear, de 25 de julio de 2006. Pueden abarcar un rango de acontecimientos que va desde simples desviaciones operativas o anomalías hasta verdaderos accidentes. Hasta el nivel 3 son incidentes, pero a partir del 4 y hasta el 7 entran dentro del rango de accidentes. Los sucesos que no tienen trascendencia para la seguridad son clasificados como nivel 0 (por debajo de la escala) y son denominados “desviaciones”.
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