Eficiencia

CNMC: reducir la potencia contratada y pasarse a una tarifa de discriminación horaria para ahorrar en electricidad

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La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) recomienda una serie de consejos para poder ahorrar en la factura de la luz, y que vienen muy bien recordar a los consumidores para que en la próxima subida, que la habrá, del precio de la electricidad no le repercuta tanto como debiera.

La CNMC explica en su blog que la energía eléctrica se paga en función de dos parámetros: el consumo (que es la parte variable) y la potencia contratada.

La potencia contratada es la potencia máxima que se puede consumir de forma simultánea. Dicho de otra manera, es la capacidad que tenemos de conectar a la vez varios aparatos sin que “salten los plomos”. Si esto sucede, es que la potencia que tenemos contratada es inferior a nuestras necesidades. Pero, en general, la situación suele ser la contraria, la potencia que contratamos es superior a la que realmente necesitamos. Y eso se traduce en un incremento del importe de la factura, pues cada kw de potencia contratada tiene un coste.

Por tanto, aquí tenemos el consejo número 1: si reducimos la potencia, reduciremos la factura.

¿Cuánto se consume habitualmente?

Ahora la pregunta es: ¿Cómo saber cuánto se consume habitualmente? Todos los electrodomésticos tienen una placa que indica cuál es la potencia máxima que necesitan. Aquí está el Consejo número 2: Si se suman  las potencias de aquellos que normalmente se utilizan  a la vez (la tele, el ordenador, la vitro…) obtendremos la cifra aproximada de la potencia óptima para que nuestro hogar funcione correctamente y sin malgastar nuestro dinero.

Consejo número 3: Si después de hacer esta operación matemática llegamos a la conclusión de que no necesitamos tanta potencia, podemos solicitar a nuestra compañía una bajada de kw contratados.

Estos son los pasos que deben seguir:

1º. Es importante comprobar que la instalación eléctrica es correcta y está vigente. Si la respuesta es afirmativa, entonces se puede solicitar el cambio a la empresa eléctrica.

2º. La empresa tiene 5 días (desde que se solicita) para que entre en vigor la nueva potencia contratada. Si en esos 5 días no se ha tramitado la solicitud, la compañía deberá compensarnos con 30 euros.

3º. Al bajar la potencia, el distribuidor le cambiará el ICP (Interruptor de Control de Potencia) para adecuarlo a la nueva potencia. Esta gestión nos tiene que costar menos de 10 euros.

Pero hay otro elemento importante a la hora de reducir nuestra factura.

Aquí va el consejo número 4: Estudiando los horarios de consumo se puede decidir si nos interesa más una tarifa de consumo normal o bien una de discriminación horaria (también llamada tarifa de eficiencia en dos periodos).

Consejo número 5: Si nuestro hogar se encuentra vacío durante las horas del día, el consumo eléctrico más intenso se realiza durante la noche y no tenemos inconveniente para programar algunos de nuestros electrodomésticos. En este caso la modalidad de discriminación horaria es, sin duda alguna, la más adecuada. Pero incluso en el caso de que la anterior no sea nuestra situación, probablemente también nos interese contratar una tarifa de eficiencia en dos periodos.

La tarifa de eficiencia de 2 periodos o tarifa con discriminación horaria (2.0 DHA) tiene establecidos dos periodos de tiempo: un periodo punta (por el día, con una duración de 10 horas) y otro valle (por la noche, con una duración de 14 horas) durante los cuales el precio de la luz es distinto. En el periodo punta es más elevado y en el periodo valle más barato.

Antes de continuar, debemos saber que el precio de la parte variable de la factura (lo que consumimos, no la potencia contratada) se compone de la suma de tres elementos: coste de la energía más los peajes y los impuestos.

Tarifa = Coste de la energía + Peajes + Impuestos

Y ¿por qué es interesante esta tarifa en dos periodos y nos puede permitir un ahorro? Porque los peajes son significativamente más baratos en el periodo valle. No podemos olvidar que los peajes representan una parte importante del recibo de la luz, como podéis ver en el siguiente gráfico:

Ahí va el reparto más explicado:

  • Bastante menos de la mitad de la factura de la luz se destina a pagar lo que se ha consumido: de cada 100 euros que pagamos, supondrían en torno a unos 37 euros.
  • Más de 40 euros se va en financiar los llamados peajes.
  • Los impuestos representan unos 21,38 euros (se trata del IVA y del Impuesto sobre la electricidad).

Es decir,  aunque paguemos mucho durante las diez horas del periodo punta pagaremos muy poco durante las otras catorce horas, lo que puede suponer un ahorro a lo largo del año en el entorno de unos 60 euros.

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