La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) ha dado el visto bueno a la propuesta de autorización a Endesa para el cierre de la central térmica de Foix, ubicada en el término municipal de Cubelles (Barcelona).
La eléctrica presidida por Borja Prado solicitó el 28 de mayo del año pasado al Ministerio de Industria, Energía y Turismo autorización administrativa para el cierre de la central. La petición de cierre contaba ya con un informe favorable de la Dirección General de Energía, Minas y Seguridad Industrial de la Generalitat de Catalunya.
Además, también el operador del sistema, Red Eléctrica de España (REE) emitió el pasado mes de septiembre un informe donde concluía que no se identificaba que el cierre de la central tuviera "incidencia significativa" en la seguridad del sistema ni en la "garantía de suministro del sistema eléctrico español".
De acuerdo con la resolución, Endesa tendrá un plazo de tres meses para proceder al cierre de la central térmica. En el caso de no haber procedido a ello en este periodo, se producirá la caducidad de la autorización. Asimismo, el plazo máximo en el que la eléctrica deberá proceder al desmantelamiento parcial de la central es de cuatro años a partir de la fecha de la resolución.
Endesa justifica la petición de cierre en consideraciones económicas que han motivado que la central, que tuvo un alto índice de utilización desde el inicio de su operación, en los últimos años "se encuentra en situación de baja utilización debido al encarecimiento del precio del combustible que utiliza, así como a la puesta en funcionamiento de otras instalaciones de generación de mejor rendimiento".
Asimismo, la energética señala que la central lleva más de 30 años en funcionamiento, por lo que la mayoría de sus equipos, en especial los sistemas eléctricos y de control, "están obsoletos y no se encuentran repuestos en el mercado para su sustitución".
Endesa presentó un proyecto de cierre y plan de desmantelamiento que prevé la venta de equipos e instalaciones que no esté previsto reutilizar en un futuro grupo en un periodo de un año y medio y el proceso de desmantelamiento en un plazo no superior a tres años.
La central térmica de Foix fue puesta en servicio en 1979, constituida por un grupo térmico convencional de 506 megavatios (MW) de potencia instalada neta y concebida para funcionar indistintamente con gas natural o con fuelóleo.
**Tras el ciclo de Castellón **
El 'superregulador' ya dio a finales del pasado mes de marzo su visto bueno a Iberdrola al cierre del grupo 3 de la central de ciclo combinado de Castellón de la Plana.
Iberdrola justificó el cierre de la central ante la situación actual de sobrecapacidad en el sistema eléctrico español, "que ha provocado una infrautilización de las centrales de ciclo combinado que impide tener un valor adecuado de estos activos".
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