Renovables

La CNMC investiga a la gran banca por sus abusos con los 'swaps' a las renovables

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La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencias (CNMC) ha incoado un expediente sancionador contra los cuatro principales bancos españoles (Santander, Caixabank, BBVA y Sabadell) por las posibles prácticas de concertación de precios y el intercambio de información relacionada con la contratación de derivados de tipo de interés (‘swaps’) comercializados a empresas renovables, utilizados como instrumentos de cobertura del riesgo de préstamos sindicados.

Todo gracias a la denuncia de una empresa eólica. Se trata de Inversiones Empresariales Vapat, una compañía que posee casi 500 MW de potencia eólica instalada en España en un total de 11 parques, todos ellos situados en Castilla y León. Pero la situación que sufre esta compañía se puede extrapolar a buena parte del sector de renovables.

Se trata de la primera investigación que realiza la CNMC contra la gran banca por presunta mala praxis comercial de sus productos derivados.

Al igual que en los casos de las preferentes, las cláusulas suelo y demás “productos financieros trampa”, algunas entidades bancarias habrían diseñado un vericueto financiero que les permitiría lucrarse a costa de sus clientes; en este caso, de las empresas renovables.

Lo que se comercializaba como un seguro frente a las subidas del tipo de interés resultó ser en realidad un engaño masivo, que ha situado en grave riesgo de desaparición a más de una empresa del sector. Y al mismo tiempo, un beneficio directo para el banco.

Además, el cliente afectado por un derivado financiero de esas características se ha visto atrapado por el mismo, ya que cuando ha querido cancelarlo es cuando ha tenido noticia de que para ello debía abonar el coste de toda la vida del ‘swap’, lo que supondría un importante desembolso adicional prácticamente imposible de afrontar.

Manipulación de precios

En este contexto, el expediente incoado por la CNMC atiende a los indicios existentes sobre una posible manipulación de precios en las denominadas “permutas financieras de tipo de interés” contratadas por el cliente con varias entidades financieras en la modalidad de _derivados explícitos _(sobre todo ‘swap’ y ‘collar’).

Un producto que se comercializó masivamente y que los bancos incentivaron con distinta clase de “premios” o retribuciones a los empleados.

Concertación

Y en el caso de las operaciones sindicadas, todo parece indicar que los empleados implicados habrían mantenido comunicaciones con sus homónimos de otras entidades financieras para fijar precios aparentemente de mercado, previamente manipulados de forma concertada, en la cotización de derivados de cobertura ligados a esas operaciones de financiación.

Solo la investigación de la CNMC podrá aclarar si la comercialización de los derivados explícitos celebrados bilateralmente por cada entidad (Santander, Caixabank, BBVA y Sabadell) con las empresas promotoras de energías renovables afectadas han ocultado información a sus clientes a sabiendas, han concertado sobreprecios y márgenes ocultos en los contratos, así como cláusulas por las obligaban a contratar con ellos mismos dichos derivados, además de diseñar un mecanismo de concertación para intercambiar información y manipular el verdadero valor de los precios de mercado en beneficio propio y, en esa misma medida, contrario a los intereses de su cliente.

La CNMC cuenta ahora con un plazo máximo de 18 meses para la instrucción de este expediente, cuya apertura —informó ayer— “no prejuzga el resultado final de la investigación”.

Asimismo, los cuatro grandes bancos podrán dar sus explicaciones pertinentes y poner las alegaciones que crean adecuadas para su defensa.

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