Invertir teniendo en cuenta factores medioambientales, sociales y de gobernanza es cada vez más difícil en EE.UU., con 15 estados que han promulgado leyes anti-ESG y más de una docena que planean medidas similares.
California es por ahora el único estado que planea una legislación pro-ESG y se uniría a los otros cuatro que actualmente tienen leyes en vigor que favorecen la inversión ponderada por ESG.
Jameson McLennan, analista de finanzas sostenibles de BloombergNEF, afirma: "Las cosas pueden ponerse muy difíciles para las instituciones financieras globales que operan en estos estados y para los estados que persiguen una agenda anti-ESG. Los costes de estas acciones están empezando a hacerse evidentes".
Oklahoma publicó el mes pasado su lista inicial de 13 instituciones financieras que ha determinado que boicotean a las empresas petroleras y gasísticas y "pueden ser excluidas de hacer negocios con el Estado". BlackRock, Wells Fargo, JPMorgan Chase y Bank of America figuraban entre las nombradas.
Emily Piech, portavoz de JPMorgan, calificó de "infundada" la decisión del Tesoro de incluir al banco en la lista, en una declaración enviada por correo electrónico a Bloomberg News. "Como mayor banco del país, estamos entre los principales financiadores del sector energético, incluidas las fuentes de energía tradicionales".
Desde bancos a energéticas
El portavoz de Bank of America, Bill Halldin, dijo que la empresa espera "continuar la discusión con el Tesorero de Oklahoma sobre las muchas maneras en que servimos a los clientes y las comunidades en Oklahoma, incluyendo en el sector de la energía."
La oficina del interventor de Texas, Glenn Hegar, mantiene una lista similar a la del vecino Oklahoma. HSBC fue añadido en marzo, y Hegar afirmó entonces que las políticas del banco "amenazan los puestos de trabajo de Texas, la economía de nuestro estado y nuestra seguridad nacional."
HSBC sostiene que no boicotea a la industria del petróleo y el gas y que "busca un enfoque equilibrado en la aplicación de su compromiso neto cero, con el objetivo principal de apoyar a nuestros clientes en la transición de una economía alta en carbono a una economía baja en carbono", dijo Matt Ward, jefe de comunicaciones de HSBC EEUU.
Otras empresas incluidas en la lista negra de Texas son BlackRock, UBS Group y BNP Paribas.
Distintas propuestas
En una junta de accionistas de BlackRock celebrada la semana pasada, grupos a favor y en contra de la ESG presentaron propuestas competitivas. Ambas fracasaron, pero dejaron entrever cómo podría evolucionar la batalla entre ambos bandos.
"Algunos de estos estados podrían ver aumentar el coste de los fondos", dijo McLennan. "Además, las instituciones financieras podrían enfrentarse a riesgos legales si continúan utilizando factores ESG".
Así mismo, UBS acordó pagar a un distrito escolar de Texas 850.000 dólares a principios de este mes después de que el banco fuera excluido de la suscripción de una venta de bonos. El acuerdo refleja los costes para el Distrito Escolar Independiente de Normangee de rehacer la venta sin UBS.
Por último, el creciente escrutinio de la ESG no es sólo una cuestión estadounidense. Al otro lado del Atlántico, la Comisión Europea planea regular las empresas que proporcionan calificaciones ESG, según un borrador de propuesta visto por Bloomberg News.
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