La presión energética que genera la expansión de la inteligencia artificial (IA) está llevando a los centros de datos a niveles de consumo sin precedentes. Según el informe “IA sostenible para un futuro más verde” elaborado por NTT DATA, la demanda eléctrica global asociada a estas infraestructuras podría alcanzar los 1.050 TWh en 2026. El dato refleja un crecimiento acelerado que ya avanza a una media del 12% anual y que, entre 2024 y 2030, podría elevarse a un ritmo del 15% cada año.
Esta proyección sitúa a los centros de datos en una escala energética que rivaliza con la de economías nacionales enteras. Aunque el informe no incluye cifras comparativas por país, sí subraya que el volumen de electricidad requerido por estas instalaciones está tensionando los sistemas eléctricos y amenaza con anular avances recientes en eficiencia energética. La propia Agencia Internacional de la Energía estima que la IA llegará a absorber más de la mitad de toda la electricidad utilizada en centros de datos en 2028, una tendencia que NTT DATA alerta como potencialmente insostenible si no se actúa de forma coordinada.
Impacto
El impacto ambiental no se reduce al consumo eléctrico. El informe detalla que la huella de carbono operativa de estas infraestructuras podría duplicarse antes de 2030, alcanzando 860 millones de toneladas de CO2e, equivalente aproximadamente al 1 % de todas las emisiones globales actuales. A ello se suma la enorme demanda de agua para refrigeración —millones de litros por cada modelo entrenado— y el creciente agotamiento de minerales críticos utilizados en la fabricación de hardware especializado.







FandeJesce
04/12/2025