El sistema eléctrico español está cada vez más cerca de hacer historia. Será en junio cuando dé el paso definitivo. En ese momento, tanto la demanda como el almacenamiento comenzarán a participar en los servicios de balance del sistema eléctrico. Y lo podrán hacer todos los consumidores, desde los domésticos hasta las pymes o los industriales. Y lo harán en igualdad de condiciones que la generación y el almacenamiento.
El Operador del Sistema, Red Eléctrica, ha publicado este lunes la consulta de los Procedimientos de Operación, es decir, los cambios que se van a llevar a cabo para que este cambio sea una realidad.
Pero, esta participación, ¿qué va a suponer? Desde Red Eléctrica explican a El Periódico de la Energía que "la participación de la demanda en los servicios de ajuste supondrá una mayor oferta de dichos servicios y por lo tanto una mayor disponibilidad de recursos para equilibrar el sistema en tiempo real y, previsiblemente, unos precios más competitivos de dichos servicios".
A partir de junio, REE ya no tendrá solo la generación para cuadrar la operación del sistema, el hecho de que a todos los consumidores reciban la electricidad que necesiten en cada momento. Ahora también podrá 'jugar' con el almacenamiento así como con los consumidores que lo deseen.
"Para ello, los consumidores podrán, de manera agregada o individualizada, flexibilizar su consumo adaptándose de forma voluntaria a las necesidades del operador del sistema, Red Eléctrica de España (REE). Hasta que se lleva a cabo el desarrollo de la agregación independiente, la agregación de la demanda será llevada a cabo por los comercializadores que realizarán la función de agregadores", explica Alicia Carrasco, directora ejecutiva de Entra, la asociación española sobre agregación y flexibilidad del mercado eléctrico.
Los consumidores que se comprometen a modular su consumo en momentos cuando REE lo necesite se verán beneficiados ahorrando en sus facturas eléctricas al reducir su consumo e incluso, en otros casos, siendo remunerados directamente.
"Los consumidores pueden beneficiarse desde dos puntos de vista: por un lado, pueden participar en un servicio adicional como eventual fuente extraordinaria de ingresos. Y por el otro lado, favoreciendo el aumento de la competencia en los servicios de ajuste para reducir los costes de este servicio a todo el sistema eléctrico, y entre otros, a ellos mismos", explica Juan García-Marquina, Head of Energy del Grupo Celsa.
Esto es solo el principio, ya que la demanda y el almacenamiento aportan valor en todos los mercados y la normativa europea lo permite. "Solo falta que se termine de trasponer el famoso “Paquete de Energía Limpia” que les permitirá también poder participar en el resto de mercados, incluso en los nuevos mercados locales de flexibilidad que están aún por desarrollarán, aunque todavía existe incertidumbre sobre el marco temporal. Estos mercados, por ejemplo, ya son una realidad en Reino Unido", señala Carrasco.
García-Marquina también se lamenta de que la demanda no participe en otros mercados. "Los Servicios de Ajuste (SSAA) supusieron un coste de en torno a los 1,75 EUR/MWh (incluyendo otros servicios como Restricciones Técnicas, Secundaria, entre otros). Así que en términos absolutos la mejora de competitividad no va a ser muy significativa. La lástima es que la demanda no pueda participar también en la Garantía de potencia ni en las propias Restricciones técnicas".
"El marco regulatorio español se está adaptando paulatinamente, aunque todavía existen algunas barreras tales como el tamaño mínimo de participación de 200MW en las zonas de regulación secundaria o la necesidad de formar unidades de programación por independientes a cada recurso sin tener la posibilidad de mezclar varios recursos en una unidad de programación", señala Carrasco como los próximos pasos a dar en esta dirección.
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