No son buenos tiempos para el petróleo. El parón económico ha dinamitado un sector que lleva años buscando cierta estabilidad. La crisis del coronavirus ha dejado temblando a todo el sector, pero dependiendo de varios factores, puede afectarte en mayor o menor medida. Y el mejor ejemplo, lo tenemos muy cerca, en Repsol. La petrolera española se ha aupado como una de las petroleras que mejor está sobrellevando la crisis actual.
Ahí están sus números, que han sorprendido para bien en el mercado. Los 447 millones de beneficio neto ajustado, que significan una caída del 27% frente al primer trimestre del año pasado, han dejado desnudas todas las previsiones de los analistas. El consenso del mercado vaticinaba una mayor caída, hasta un beneficio ajustado de 334 millones. Es decir, que Repsol ha conseguido presentar un 34% más de lo esperado por los analistas.
Este dato es sin duda la sorpresa del sector. Y claro. Ha llegado el premio en forma de fuerte subida en bolsa. Las acciones de Repsol se han disparado este martes más de un 13% en Bolsa, liderando las subidas del Ibex 35, impulsadas por los resultados del primer trimestre del año.
En concreto, los títulos de la energética cerraron la sesión conquistando los 8,678 euros, su precio más alto desde el pasado 6 de marzo. Es decir, que ya está por encima de su valor cuando se inició el estado de alarma hace ya más de 50 días.
De esta manera, Repsol acumula hasta esta jornada una caída del 37% en el valor de sus acciones en lo que va de 2020. Algunas petroleras, más expuestas al negocio de upstream caen más, otras como Equinor, con más huevos en la cesta de renovables, caen menos, pero ninguna de ellas ha conseguido subir un 13% el día que ha presentado resultados. Es cierto que ayer subieron todas al calor de un mejor comportamiento del precio del crudo. Pero la subida de Repsol fue la mayor en comparación con el resto de competidores europeos. La que más se acercó fue OMV con un 8%, pero Shell y BP en un 6%, Eni y Equinor en un 5% y Galp en un 4%.
Pero, ¿cuál es el secreto del éxito? Sin duda alguna, estas cuentas presentadas por Repsol tienen una palabra clave, un sello diferente: diversificación.
El CEO de la petrolera, Josu Jon Imaz, lo tenía claro desde el minuto cinco que llegó al puesto de consejero delegado. Si se quiere sobrevivir a tanto vaivén, lo mejor es diversificar el negocio. La salida de Repsol de Gas Natural Fenosa (ahora Naturgy) o la compra de activos de generación eléctrica así como la adquisición de la comercializadora de Viesgo, son dos claros ejemplos de este cambio radical.
Ahora Repsol es otra. Ya no depende tanto del petróleo, aunque sigue siendo su core business. Prefiere que lo denominen grupo energético a que siga con el sambenito de ser petrolera, con todo lo que ello conlleva de cara a la reputación corporativa. El objetivo es ser más sostenible, y por eso está realizando grandes esfuerzos en esa diversificación y descarbonización, que junto a la digitalización, son las tres 'D' que quieren marcar el futuro de la compañía.
Pero aparte de la diversificación, Repsol ha conseguido mantener todo abierto durante la crisis. Sus refinerías han estado funcionando y tratando de exportar sus productos lo máximo posible, sus más de 3.400 estaciones de servicio han estado abiertas ayudando a los ciudadanos y sobre todo a los servicios que han seguido funcionando durante la crisis sanitaria, ni tampoco su negocio de GLP. Y eso que España ha sido el país que más ha parado su actividad económica. Ahí están los datos de Google y Apple que confirman que la cuarentena en España se ha llevado casi a rajatabla. Prácticamente la movilidad ha caído a cero.
Repsol ha tenido que reinventarse estos días, tratando de buscar ingresos donde antes no los tenía, a la vez que arrimaba el hombro durante la crisis. De ahí los pedidos por teléfono en las tiendas de las estaciones de servicio o la asociación con Deliveroo para llevar a las casas la cesta básica de la compra.
Y eso se ha notado. Por ejemplo, Goldman Sachs destaca que Repsol ha conseguido un 14% más de ingresos de lo esperado, gracias sobre todo al negocio de downstream y al industrial. Por su parte, Morgan Stanley y otras firmas han visto que una de las claves ha sido sin duda Repsol Perú.
Otra de las apuestas de Repsol es el objetivo marcado de mantener el dividendo a toda costa, algo que por ejemplo otras compañías del sector no pueden decir lo mismo. Algunos lo han tenido que bajar.
De cara al segundo trimestre, se espera que el negocio petrolero haya ido mal en abril y en buena parte de mayo y será a mediados de este mes cuando se inicie la recuperación de la demanda, poco a poco.
Sin duda, con la que está cayendo en España y en el sector petrolero, que la abanderada española salga reforzada frente a sus rivales tiene mucho mérito. "Creemos que Repsol ahora muestra una mejor recompensa de riesgo que la mayoría de sus pares", asegura la firma de análisis RBC Capital Markets.
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