Esta pandemia ha hecho que nos hayamos tenido que replantear, entre otras cosas, nuestra movilidad, nuestras relaciones y sobre todo, los espacios donde vivimos y trabajamos.
Al hilo de los efectos de la pandemia, hay otro elemento muy importante, que también hará cambiar nuestros hábitos diarios, y éste es el cambio climático. Sus efectos se dejan notar en nuestro día a día y cada vez con más insistencia. Seguro, que todos recordamos, el temporal Gloria del año pasado y el Filomena de este año con daños enormes tanto en los ecosistemas como en la economía de nuestro país.
Si analizamos las causas del cambio climático hay que indicar que tres cuartas partes de las emisiones de gases de efecto invernadero que se producen en Cataluña son causadas por los procesos de generación y utilización de la energía, que son por lo tanto, el principal causante. Por este motivo, hay que desarrollar un nuevo modelo energético neutro en carbono y basado en la eficiencia energética y las energías renovables. Este cambio de modelo energético tiene que ir acompañado de un cambio de modelo social y económico, y para hacerlo, hay que desarrollar una gran tarea en materia de innovación tanto en tecnología, como en modelos de negocio.
Hoy celebramos el Día Mundial de la eficiencia energética y en este día, merece la pena analizar qué se ha hecho para promoverla en los últimos años.
El cambio climático es una realidad y es responsabilidad de todos pararlo. La eficiencia energética, es un elemento clave para conseguirlo, así que, si queremos resultados diferentes, más allá de disponer de la tecnología y de los modelos de negocio adecuados, hay que poner al ciudadano en el centro, permitiendo que participe activamente en la transición hacia una energía limpia, tomando sus propias decisiones sobre el uso que hace de la energía. Para que esto sea posible, nos hace falta tener una ciudadanía concienciada y empoderada.
El año 2016, la Comisión Europea presentó el paquete “Clean Energy for all Europeans”, el cual define un marco legislativo estable, necesario para hacer frente a la transición energética.
Este paquete recuerda que la fuente más económica y limpia de energía es la que no se produce y, por lo tanto, da relevancia a otro aspecto muy importante como es el de la eficiencia energética.
Si nos fijamos en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que las Naciones Unidas crearon en 2015, nos damos cuenta de que todos ellos, en algunos de los hitos planteados, hablan de eficiencia energética. Para poder lograr, los hitos planteados, es necesario que todos los agentes implicados, vayamos alineados y hagamos nuestra parte: gobiernos, sector privado, sector público y ciudadanía.
Para poder lograr estos objetivos, hay que trabajar para mejorar la eficiencia energética, en los diversos sectores de actividad, transporte, industria y edificación.
En este proceso de transición, el elemento clave será la digitalización de la energía. Esta digitalización nos tiene que permitir, por un lado, disponer de datos, para saber dónde estamos y qué mejoras obtenemos, al aplicar ciertas medidas. Y, por otro lado, disponer de elementos de gestión y control, que nos ayuden a gestionar de la forma más eficiente, la oferta (generación) y la demanda (consumo).
Otro elemento relevante será el efecto escalera en el que se desarrolle el proceso de transición energética. Si queremos ser eficientes en el uso que hagamos de la energía, hace falta que pensemos en conjunto, a nivel de manzana, barrio o ciudad. Por ejemplo, no podemos pensar en un edificio, como un elemento aislado, sino que hay que pensar que este edificio puede interactuar con su entorno, y a la inversa, con el objetivo, de generar un mayor equilibrio entre oferta y demanda de energía y teniendo mayor eficiencia energética. Esto nos hace pensar, en nuevos modelos de negocio, como las comunidades energéticas, o en nuevas tecnologías como el autoconsumo compartido y el almacenamiento de energía.
Si queremos llegar a lograr los objetivos fijados, para mitigar el cambio climático, la eficiencia energética será un elemento clave, y esta eficiencia la tenemos que hacer, teniendo en cuenta, sostenibilidad, tecnología, bienestar y personas. Así que, tal y como decía Mahatma Gandhi: "Sé tú el cambio que quieras ver en el mundo".
Esther Izquierdo Martínez es presidenta del Clúster de l’Energia Eficient de Catalunya
Dabama
05/03/2021