La sustitución de combustibles fósiles en los procesos industriales se está convirtiendo en una realidad factible gracias a las tecnologías basadas en la electricidad. Un reciente estudio de Agora Industry titulado "Electrificación directa del calor industrial" revela que la electrificación directa podría satisfacer hasta el 90% de la demanda energética aún no electrificada de la industria europea para el año 2035. La rápida adopción de estas tecnologías no solo contribuiría significativamente a los objetivos climáticos de Europa, sino que también garantizaría la competitividad global del sector.
Podría satisfacer hasta el 90% de la demanda energética aún no electrificada de la industria europea para el año 2035
La generación de calor de proceso, esencial para fundir vidrio, producir alimentos y forjar acero, es responsable de tres cuartas partes de las emisiones industriales de gases de efecto invernadero en la Unión Europea. La transición de procesos basados en combustibles fósiles a alternativas de bajas emisiones de carbono es, por lo tanto, fundamental para reducir las emisiones del sector y cumplir con los objetivos climáticos de Europa.
Emisiones y tecnologías
El estudio de Agora Industry examina el potencial técnico de la electrificación para generar calor de proceso y concluye que las tecnologías existentes pueden proporcionar gran parte de la energía necesaria. Con el desarrollo de tecnologías adicionales, este potencial podría aumentar para cubrir incluso las aplicaciones de alta temperatura, satisfaciendo el 90% de la demanda de energía final aún no electrificada para 2035. Los autores del estudio sostienen que en poco más de una década, la electrificación directa podría hacer obsoletos gran parte de los combustibles fósiles utilizados actualmente.
Las grandes bombas de calor y las calderas eléctricas ya pueden suministrar calor de proceso a temperaturas necesarias para la producción de papel, procesos químicos y la industria alimentaria (hasta 200 y 500 grados Celsius, respectivamente). El calentamiento por resistencia y los hornos de arco eléctrico pueden alcanzar temperaturas de hasta aproximadamente 1.800 grados Celsius, necesarias para fundir metales y plásticos, mientras que la tecnología de inducción puede llegar a 3.000 grados.
Sin embargo, la combustión de clinker y el calentamiento del acero requerirán métodos aún en desarrollo, como los sopletes de plasma y el calentamiento por ondas de choque. Estas soluciones tienen claras vías de desarrollo que podrían hacer su adopción generalizada tecnológica y económicamente viable para 2035, si se establecen las condiciones adecuadas.
Obstáculos
Entre los obstáculos para la electrificación se encuentran el coste relativo en comparación con el gas fósil y los límites de la capacidad existente de generación y transporte de electricidad renovable. Las industrias también pueden mostrarse reacias a cambiar hasta ver aplicaciones electrificadas a gran escala en funcionamiento. La incertidumbre sobre la futura infraestructura energética añade otro desafío a la hora de elegir el camino a seguir.
Para abordar estos problemas, el estudio de Agora sugiere posibles soluciones políticas. Frank Peter, director de Agora Industry, afirmó que "la Comisión Europea entrante tiene la oportunidad de enviar una señal clara sobre la ambición económica y climática desarrollando un plan de acción de electrificación industrial de la UE". Este plan debería apoyar a las empresas en la generación de calor de proceso eléctrico y promover su adopción.
Soluciones
El plan de acción propuesto incluiría la formación de una alianza industrial para facilitar la introducción en el mercado de tecnologías de calor electrificado, estableciendo objetivos de despliegue para bombas de calor y calderas eléctricas que incentiven las inversiones. También debería garantizar que los planes de financiación, como Horizonte Europa y el Fondo de Innovación del RCCDE, den prioridad a los proyectos de electrificación directa y aborden el acceso a la red para la industria.
La asociación Eurelectric, por su parte, reclama más flexibilidad en la planificación de las redes eléctricas, permitiendo a los operadores invertir en infraestructuras antes de que sean necesarias, aunque esto conlleve el riesgo de infraestructuras subutilizadas.
Un comentario
- Nunca es fácil empezar.
Cuando algun pais o empresa demuestre que la electrificacion directa puede funcionar, todos los demas le seguiran.
Si tenemos en cuenta que es clave para el futuro industrial de Europa. No vendria mal, ayudas de Europa para consolidar esta tecnologia.
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galan
06/06/2024